A juicio de la viceministra cubana, solo podrá avanzarse en la promoción y protección de los derechos humanos para todos, sobre la base de los principios de universalidad, objetividad y no discriminación.
«Tales pilares, añadió, deben ser plenamente respetados por los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos y por los órganos creados en virtud de instrumentos de ese tema».
«Lamentablemente, en algunos casos esto no ocurre, pues mientras se realizan críticas enconadas contra determinados países del Sur, se guarda silencio cómplice frente a evidentes violaciones a los derechos humanos cometidas en naciones altamente desarrolladas», denunció.
Cuba comparte el criterio de que el Consejo de Derechos Humanos puede y debe trabajar mejor, y debe continuar siendo un órgano subsidiario de la Asamblea General.
«Sin embargo, ello no significa que haya que limitar las iniciativas que se presentan en la Tercera Comisión o el Consejo, o que la presentación de éstas en uno y otro órgano signifique una duplicación», observó.
«Pero no estamos de acuerdo con los intentos de buscar un mayor vínculo entre el Consejo de Derechos Humanos y el Consejo de Seguridad. La cuestión de los derechos humanos no debe ‘securitizarse'», apuntó.
Rodríguez señaló que mucho le queda por hacer al Consejo de Derechos Humanos, no solo en el necesario fortalecimiento de su labor, sino también en el reconocimiento de algunas garantías fundamentales, el derecho a la paz, al desarrollo y a la solidaridad internacional.
«Mientras persista el actual orden económico y político internacional, que es injusto por naturaleza, no prevalecerán los derechos humanos, sino los intereses egoístas y hegemónicos», expresó la viceministra cubana.
También destacó que la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra países del Sur impide la plena realización de esos derechos para millones de personas en el mundo.
‘Un claro ejemplo de este tipo de medidas y de su impacto sobre los derechos humanos es el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba durante casi seis décadas.’
Para concluir, reiteró el compromiso de la isla caribeña con la promoción y protección de todos los derechos humanos.