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Las enseñanzas de Pupo (+ Fotos)

A Roberto Pupo Verdecia ─Pupo para todos─ lo conocí en Mayarí, ciudad ubicada en el centro ─ este de la provincia de Holguín. Llegué a las instalaciones de la Empresa de Servicios Ingenieros Dirección Integrada de Proyectos ─ ESI DIP ─ Trasvase, junto con los secretarios generales en cada territorio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (SNTC), como parte de una visita que, a mi modo de ver, marcó la mejor forma de realizar los encuentros sindicales, con los pies y la mente puestos en la base.

 

Roberto Pupo Verdecia, director general Empresa de Servicios Ingenieros ─ Dirección Integrada de Proyectos (ESI DIP) Trasvases, de Holguín. Foto: Barreras Ferrán.

Solo tenía algunas referencias del director de esa entidad, vinculado a obras hidráulicas trascendentales y una de las personas que más se ha consagrado a la construcción de los trasvases, los cuales marca un antes y un después en el establecimiento de causes seguros para llevar el agua “de donde hay a donde no hay”, como él afirmó en aquella ocasión.

Esa jornada, más que de visita, permitió asistir a una clase magistral impartida por Pupo, sin que esa fuera su pretensión, al intervenir en la reunión de secretarios generales del SNTC. Apenas habló de su empresa, de los muchos logros, de la condición de colectivo Vanguardia Nacional a base de esfuerzos extraordinarios y sobrecumplimientos reiterados. Centró sus palabras en los trabajadores; en los hombres, en el sentido genérico del vocablo, quienes son los que ejecutan las obras y deciden el avance, la calidad, la materialización de los cronogramas…

Jamás podré olvidar ─porque admiro la humidad, sobre todo─ cuando expresó que él saluda y se preocupa igualmente por un ingeniero que por el jardinero. “Siempre que salgo de estas oficinas y paso por el jardín lo saludo, porque su trabajo también es importante”. Un jefe que piense de esa manera tiene que lograr buenos resultados y ser querido por quienes laboran bajo su mando, me dije de inmediato.

Nació en esos días una amistad que ha perdurado. A pesar de sus reiteradas invitaciones, una de ellas formulada personalmente en el Palacio de las Convenciones de La Habana, en uno de los recesos de las sesiones finales del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, a las que asistió como delegado directo, no he podido regresar a Mayarí. La distancia y otros inconvenientes no lo han propiciado. “Quiero llevarte por todo el Trasvase, para que veas directamente qué clase obra”, me ha dicho más de una vez, pensado más en los lectores para quienes escribo que en mi apreciación personal.

Como no ha quedado otra alternativa viable, nos comunicamos por Facebook. A pesar del poco tiempo que él dispone, dada su elevada responsabilidad y múltiples ocupaciones, dedica tiempo a “subir” sus post y a interactuar con las amistades. Jamás le he enviado un mensaje a Pupo que no lo haya respondido.

Hace poco colocó algunas reflexiones que corroboran una vez su alta consideración sobre el papel activo de los trabajadores, de los hombres, como él prefiere llamarles. Le prometí “amplificar” sus afirmaciones y algunos resultados tangibles que también menciona. Y ahora lo hago, con sumo placer.

 

Factor común

Aunque en Facebook, lamentablemente, se colocan muchos textos ─demasiados─ tontos, baladíes, insulsos y hasta agresivos, pueden encontrarse también algunos inteligentes y orientadores, como los de Pupo.

 

Presa Mayarí. Foto: Juan Pablo Carreras, ACN

 

“Amigas y amigos: en cualquier ámbito de la vida hay un factor común: el hombre; ese que hace las cosas bien o mal, cumple las tareas y trabaja bien o hace todo lo contrario: no cumple, no labora con calidad…”.

Y agregó: “Si queremos cambiar las cosas estamos obligados a trabajar con el hombre, a educarlo, concientizarlo, motivarlo, estimularlo…, a acercarnos a él, hablarle, conocer sus problemas, ayudarlo, comprometerlo con los resultados que se esperan…

“Hay que hacerlo mejor persona. Si no transformamos al hombre para bien, tampoco transformaremos los resultados. Logremos que las cosas se hagan correctamente. Nada hacemos chequeando el cumplimiento de las tareas, si no hemos preparado a los hombres para cumplirlas.

“No se cumple porque existe una línea de deseo. Hay que adiestrar a las personas. No hablo de la capacitación, de las nuevas tecnologías…, sino de que quienes tienen que ejecutar una tarea estén claros, consientes, motivados y sientan la necesidad de hacerla bien. ¡Trabajemos con el hombre!”, precisó.

Y junto con unas fotos informó que la pequeña hidroeléctrica construida en la margen derecha de la presa Mayarí ha generado casi 40 GW/Hora y ahorrado más de 10 mil toneladas de combustible.

 

Túnel de la minihidroeléctrica construida en la margen derecha de la presa Mayarí. Foto: Barreras Ferrán

 

Dio a conocer también que el tramo Mayarí─Birán, del Trasvase Este─Oeste, puede trasegar 30 mil litros de agua por segundo y que tiene una longitud de 30 kilómetros (km), 18 km de canales y 9 km de túneles y múltiples obras de fábrica.

Ese viaducto, que une a las presas Mayarí y Birán, tuvo un costo planificado de 548 millones de pesos y se gastaron en la ejecución 501 millones.

Parte del Trasvase Este ─ Oeste. Foto: hidro.gob.cu

Agregó que se ha tratado mucho por el mejoramiento de la producción de alimentos y el ahorro de portadores energéticos, fundamentalmente.

Esos resultados son frutos del trabajo de y con los hombres; sin ellos, nada se hubiese podido realizar.

Pupo acaba de darnos nuevas lecciones.

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