Mientras varios pueblos de la región optan por salir a las calles para hacer valer su opinión ante la ausencia de espacios políticos viables y participativos, argentinos, uruguayos y colombianos concurrieron a las urnas este domingo para intentar hallar una respuesta, en democracia, a los males que asolan a sus respectivas naciones.
La disyuntiva en todos los casos, más allá de matices e identidades culturales, es entre la opción de un Estado fortalecido que redistribuye la riqueza a través de políticas públicas; y otro debilitado por la estrategia neoliberal, esa que favorece centros de poder hegemónicos, distantes de los intereses nacionales.
En ese contexto, en Argentina compitieron seis duetos por la presidencia y la vicepresidencia. Al cierre de esta edición el conteo rápido anunciaba como ganador al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, en dupla con la hoy senadora y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Allí también eligieron a 130 diputados, 24 senadores nacionales, además de otras autoridades ejecutivas y legislativas de varias provincias y la ciudad autónoma de Buenos Aires, donde Axel Kicillof, quien fuera ministro de Economía durante el Gobierno de Cristina, acaba de arrebatar al macrismo la administración de la capital del país.
Las autoridades argentinas tienen hasta 48 horas para anunciar los resultados oficiales y proclamar un ganador definitivo, el cual debe obtener, al menos, el 45 % de los votos afirmativos más una diferencia de al menos 10 % con el que ocupe el segundo lugar. De lo contario, habría segunda vuelta.
Según analistas, gran parte del apoyo con que cuentan Fernández y Kirchner proviene de los sindicatos, en un país donde, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 40 % de los trabajadores formales están sindicalizados, cifra superada por su vecina Uruguay, donde este domingo también realizaron elecciones presidenciales y para las cámaras de Senadores, de Representantes y las Juntas Electorales de cada departamento.
Según medios radicados en Montevideo, entre los candidatos a mandatario iban como favoritos el ingeniero Daniel Martínez, del Frente Amplio (FA), alianza actualmente en el poder; y Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional.
En Uruguay se precisa del 50 % de los votos para proclamarse presidente, o la diferencia de al menos 10 % con el seguidor más cercano. De haber balotaje, no descartable según analistas, este tendría lugar el 24 de noviembre.
Más de 36 millones de colombianos, por su parte, estaban convocados a comicios para escoger a los gobernadores de los 32 departamentos; a los diputados a las Asambleas Departamentales; a los alcaldes de mil 101 municipios; así como a concejales municipales y ediles de las Juntas Administradoras Locales.
Una hora antes del cierre de los colegios, la Fiscalía General de esa nación había denunciado irregularidades, entre ellas la detención de 23 personas acusadas de delitos electorales, fundamentalmente compra y falsificación de votos.
Desde el viernes 25 de octubre y hasta el lunes 28 rige veda electoral en los tres países, lo que incluye la prohibición de actos públicos de proselitismo y la publicación o difusión de encuestas y sondeos preelectorales. La normativa y avisos legales explican que el propósito es contribuir al normal desarrollo del acto electoral y al estricto cumplimiento de las garantías para el sufragio.
No obstante, el canal de televisión argentino TN, perteneciente al grupo El Clarín, fue acusado de haber violado la veda al adelantar posibles resultados durante su transmisión En vivo en los que daban como ganador a Alberto Fernández.
