Entre enero y octubre de 1959 Camilo pronunció más de una veintena de discursos, dirigidos a sus compañeros del Ejército Rebelde, a los trabajadores, campesinos y al pueblo, además de conceder entrevistas y realizar otras intervenciones en reuniones ante las masas que se congregaban espontáneamente cuando llegaba a cualquier lugar. He aquí algunas de sus ideas, convertidas en poderosas armas para hacer avanzar la Revolución.
CONTINUIDAD: El proceso revolucionario actual, donde el alma, el corazón y el coraje de nuestra generación se han entregado a la causa de la libertad, no es más que la continuación de la gesta libertaria iniciada en el 68, continuada en el 95 y frustrada durante la República. Los ideales de liberación, de justicia social, política y económica por las cuales murió nuestro Apóstol, son las razones de nuestra lucha. Entrevista publicada en Bohemia el 22 de febrero.
EJÉRCITO DEL PUEBLO: (…) Destruimos un ejército pero debemos construir otro pero muy distinto. Un ejército que sería para salvaguardar la soberanía de la nación y los legítimos intereses del pueblo, un ejército que se identifique con el pueblo, pues de ahí proviene. Ciudad Libertad, inauguración del primer curso de oficiales, 27 de marzo.
ARMAS PARA LOS TRABAJADORES: Hoy vimos algunos cartelones en que los obreros piden armas y en que los obreros quieren organizarse para recibir instrucción militar. Ya en La Habana y en Oriente, en el día de hoy, algunas milicias de trabajadores han desfilado con armas. El trabajador quiere armas y nosotros, el Ejército, les vamos a dar a los trabajadores esas armas. Armas contra los enemigos de Cuba. 1.º de Mayo, en Camagüey.
APOYO AL GOBIERNO REVOLUCIONARIO: Aquí ante nuestra vista, vemos reunidos gran cantidad de campesinos, gran cantidad de trabajadores, gran cantidad de obreros. Nosotros esperamos que todos los que están aquí presentes (…) concurran el 26 de Julio a La Habana, para decirle a nuestro líder y a nuestro jefe Fidel Castro, y decirle al Gobierno Revolucionario: (…) aquí está todo el pueblo de Cuba que apoya al Gobierno Revolucionario (…) Y que está dispuesto de nuevo a ofrendar su vida porque la libertad ganada no se pierda. Sagua la Grande, Las Villas, 28 de junio.
TRABAJO: La consigna es trabajo, trabajo y más trabajo. Así lo exige la patria y la Revolución y si nos sacrificamos en la guerra también tenemos que hacerlo en la paz. Declaraciones en el aeropuerto de Santiago de Cuba, 1.º de octubre.
UNIDAD: La lucha ha empezado y hemos jurado desde el Primero de Enero no cejar en la lucha empeñada. Tenemos que seguir adelante, tenemos que seguir codo a codo con los campesinos, los obreros, los estudiantes, el Ejército Rebelde, unidos fuertemente con la mirada puesta en el futuro brillante de Cuba. Todos tenemos que estar juntos para que esta Revolución no se detenga. Todos tenemos que estar juntos para que la Revolución no sea aplastada por los poderosos intereses extranjeros ni los poderosos intereses afectados por esta Revolución. Jobo Rosado, 6 de octubre.
CON LOS SINDICATOS Y LOS TRABAJADORES: Estos actos que dan los trabajadores nos hacen cada día sentirnos más fuertes. Sabemos que la Revolución no se detendrá porque aquí, en toda Cuba, en cada sindicato, en cada lugar donde haya un trabajador, hay un hombre y una mujer que estarán dispuestos a defender al Gobierno y a defender la patria. Teatro de la CTC, 16 de octubre.
REVOLUCIÓN O MUERTE: Porque para detener esta Revolución cubanísima, tiene que morir un pueblo entero y si eso llegara a pasar, serían una realidad los versos de Bonifacio Byrne:
Si deshecha en menudos pedazos/ se llega a ver mi bandera algún día/ nuestros muertos, alzando los brazos,/ la sabrán defender todavía. Su último discurso, desde la terraza norte del Palacio Presidencial, 26 de octubre.
Fuentes: Camilo en la memoria; Suárez Felipa y Quesada Pilar; Señor de la Vanguardia, Gálvez William