Los trabajos para sacar el cuerpo embalsamado y volver a enterrarlo este mismo jueves en el camposanto de Mingorrubio, en el distrito madrileño de El Pardo, se iniciaron poco antes de las 11 de la mañana, informó el Gobierno de España, encargado de la histórica operación.
El féretro fue trasladado en un helicóptero militar hasta el cementerio de El Pardo, un barrio en las afueras de esta capital, para su posterior inhumación en una cripta familiar en la que está enterrada desde 1988 la viuda de Franco.
La administración en funciones del socialdemócrata Pedro Sánchez argumentó que desde un inicio defendió que ‘los restos del dictador no podían continuar en un mausoleo público que exaltara su figura, algo expresamente prohibido por la Ley de Memoria Histórica’.
Destacó que la sentencia ‘firme y unánime’ del Tribunal Supremo del pasado 30 de septiembre puso fin al proceso contencioso-administrativo interpuesto por la familia de Franco para intentar impedir su salida del Valle de los Caídos.
Tras conocerse el fallo de la máxima instancia judicial de este país europeo, Sánchez señaló que de ‘esta manera se cerraba simbólicamente el círculo de la democracia española’.
Es una ‘gran victoria de la dignidad, de la memoria, de la justicia, de la reparación y, por tanto, de la democracia española’, remarcó la víspera.
Con su llegada al poder, en junio de 2018, el gobernante convirtió ese anhelo en una de las prioridades de su mandato, con el fin de que el gigantesco complejo dejara de ser un lugar de exaltación de la dictadura franquista (1939-1975).
La oposición acusó al líder del Partido Socialista Obrero Español de utilizar este traslado para conseguir réditos electorales, a poco más de dos semanas de los comicios generales del venidero 10 de noviembre.
Desde su muerte en 1975, Franco estuvo sepultado en la basílica del Valle de los Caídos, construido en parte por el trabajo forzoso de prisioneros de guerra republicanos y presos políticos de su régimen y donde nostálgicos seguían exaltándolo y celebrándole misas.
Ubicado en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, el cuestionado panteón constituye la mayor fosa común de toda España, donde hay enterradas 33 mil 883 personas, de acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos humanos.
En una decisión histórica, el Congreso de los Diputados convalidó el 13 de septiembre de 2018 la determinación del Gobierno de exhumar los restos del hombre que gobernó este país con mano de hierro entre 1939 (fin de la Guerra Civil iniciada en 1936) y 1975.
Apoyado en una reforma de la Ley de Memoria Histórica (2007), la administración en funciones de Sánchez acordó que el cadáver del general golpista fuera sacado del Valle, considerado el único monumento en pie a un dirigente fascista en Europa.
(Tomado de PL)