En los países emergentes y en desarrollo 159 millones de personas están desempleadas y otras 730 millones trabajan, pero no ganan lo suficiente para dejar de ser pobres, reveló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De acuerdo con un reporte del organismo especializado de Naciones Unidas, divulgado a propósito de celebrarse este 17 de octubre el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una serie de obstáculos impiden aún el acceso de las personas a puestos laborales decentes en numerosas naciones.
La falta de oportunidades asedia a los países emergentes y en desarrollo, como lo demuestran también sus tasas persistentemente elevadas de subempleo e informalidad, acotó el análisis.
Además, la incapacidad de acceder a un desempeño decoroso afecta desproporcionadamente a los segmentos más vulnerables de la población y acentúa las desigualdades económicas y sociales dentro de los países.
La investigación apuntó que aparejado a las transformaciones estructurales, asociadas con la globalización y la introducción de nuevas tecnologías, factores ambientales y demográficos repercuten en la cantidad y la calidad de los empleos a los que las personas pueden acceder, así como en la distribución de los ingresos dentro de las sociedades.
Estas barreras, esclareció el reporte, son complejas porque tienen su origen en varias causas (desde deficiencias en los sistemas educativos hasta la ausencia de derechos sociales y laborales) y también porque tienen efectos a nivel comunitario, familiar e individual, que pueden persistir o cambiar con el tiempo.
Tanto a nivel mundial como nacional, adujo la OIT, las estructuras económicas donde coexiste un gran sector informal tradicional con un sector formal moderno, pero más reducido, generalmente situado en zonas urbanas, constituyen un impedimento para la generación y el acceso a un empleo decente, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo.
Para favorecer el acceso a un puesto laboral decente, la OIT propone un enfoque integral donde converjan políticas activas del mercado de trabajo y medidas de ayuda al ingreso económico.
El informe advierte que son necesarias ciertas condiciones para que este enfoque resulte eficaz, en particular, que se disponga de los recursos necesarios, de la capacidad institucional suficiente para administrar estas políticas y el compromiso pleno de las organizaciones de trabajadores, empleadores y Gobiernos. (Con información de Prensa Latina)
