Caerse y erguirse son palabras que no asustan a la familia del hockey sobre césped cubano. Varias son las combinaciones que lo han llevado en más de una ocasión a silenciar las bocas de quienes dudan de la capacidad de superación de un deporte, que sostiene el lamentable lastre de una casi nula presencia en los medios de comunicación.
“El año 2019 ha resultado algo crítico para nosotros. Teníamos el propósito de lograr en los Juegos Panamericanos de Lima la medalla de bronce entre los hombres (finalizaron sextos). Las muchachas aspiraban al escaño seis (concluyeron octavas). Ello hubiera permitido regresar a la élite continental”, aseveró despojado de temores el Comisionado Nacional de esta disciplina, Dauly Noriega Balbuena.
Aclaró que los tímidos resultados fueron superiores a los de Toronto 2015, pero no existe justificación para pasar por alto lo que se escapó sobre la cancha.
“Definitivamente nuestros equipos no jugaron a su altura. Es cierto que no se realizó una preparación de primer nivel, sin embargo, sí se hizo una acorde a la realidad actual. Los hombres entrenaron en España y las mujeres en México. En Perú apreciamos la mejoría en el volumen de juego de varias formaciones del área. Algunas las habíamos enfrentado no mucho tiempo atrás. Los varones estuvieron bien técnicamente. A nivel psicológico no fue igual. Lográbamos penetrar las defensas rivales, sin embargo, a la hora de finalizar la jugada éramos incapaces de anotar. Las chicas estuvieron lejos de lo que el colectivo de entrenadores esperaba”, enfatizó el federativo.
El año 2020 traerá nuevas metas para la disciplina. “La temporada venidera la asumiremos con una renovación en las selecciones nacionales y el cuerpo técnico. Una de las ideas que más defenderemos será la de insertarnos en las competencias internacionales juveniles. Esto nos permitiría llegar en buena forma a los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 2022”.
Jugar en Ligas de mayor nivel es el sueño de la mayoría de los deportistas. El hockey también aspira a lo mejor. “Por supuesto que existen grandes campeonatos y deseamos estar en ellos. Nuestros atletas deben darse a conocer, algo difícil si competimos solo a nivel regional y panamericano. En la base de entrenamiento realizada en España existió interés por algunos, pero todo quedó ahí. Es cierto que la terminación de la nueva cancha en La Habana podría redundar en un mayor desarrollo, pero no debemos olvidar que la Federación Internacional en su interés por proteger la salud de los deportistas insiste en la necesidad de jugar de noche”.
Sobre la labor en casa el directivo afirmó que no se detiene. “En la actualidad tenemos presencia en 12 provincias. Hay calidad, a pesar de ser un hockey sobre césped diferente, pues se juega en superficies que no son las idóneas. Aunque los practicantes estén bien dotados técnicamente, al desempeñarse en canchas sintéticas se notan las diferencias. Aun así buscamos soluciones. Cuando se complete la Escuela Nacional implementaremos estrategias que nos permitirán probar a un mayor número de muchachos en la cancha artificial. Todo esto, sumado a la colaboración y ayuda de buenos amigos permitirán que continuemos creciendo”, certificó Noriega Balbuena.