El presidente del Parlamento y del Consejo de Estado de Cuba, Esteban Lazo Hernández, asistió este 12 de octubre a la reapertura del emblemático Teatro Sauto, suceso que aconteció el mismo día del cumpleaños 326 de la ciudad de Matanzas, conocida como la Atenas de Cuba.
Con una gala cultural se dejó abierto el coliseo matancero, institución cerrada al público por una década, desde que concluyeran sus espectáculos para ser sometida a una dilatada reparación capital.
La víspera, sin embargo, nadie pensó en la larga espera. El Sauto está de vuelta y es lo que importa, era la idea más reiterada por los asistentes al teatro, que pudieron deleitarse con un concierto dirigido por Rubén Darío Salazar, director del Guiñol Nacional y del grupo titiritero local Teatro Las Estaciones.
El espectáculo constituyó un emotivo homenaje a Cecilia Sodis, quien fuera directora del coliseo durante 27 años, hasta su fallecimiento en el 2016.
El Coro de Cámara de Matanzas, conducido por José Antonio Méndez Valencia, inició una velada en la que también ofrecieron su arte la Orquesta Sinfónica de Matanzas (OSM) bajo la batuta del joven César Eduardo Ramos.
Una de las presentaciones más aplaudidas de la noche fue la de la soprano Lucelsy Fernández, que interpretó la Romanza de Cecilia Valdés, zarzuela de Gonzalo Roig.
La gala incluyó un intermedio para el reconocimiento a personas y entidades participantes en la restauración, que devolvió su esplendor al histórico edificio, que cuenta con 156 años de servicio y buen arte.
El Sauto quedó abierto al público en 1863 en un área cercana al sitio fundacional de esta villa, nombrada desde el siglo XIX como la Atenas de Cuba por su amplio y sostenido movimiento cultural, y situada a 100 kilómetros al este de La Habana.
El Proyectista y ejecutor del edificio fue el italiano Daniel Dall’aglio, arquitecto, ingeniero y pintor escenográfico que legó a los habitantes de esta ciudad un inmueble auténtico ejemplo del estilo neoclásico.
A lo largo de su trayectoria, la imponente sala, similar a la Scala de Milán, ha funcionado como una sala polivalente y acogido a todas las manifestaciones de las artes escénicas y de la música, así como funciones y puestas extraordinarias.
Antes de la reapertura del Sauto, Lazo Hernández asistió a la sesión solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular, por los 326 años la urbe matancera.
Por decreto de la alcaldía, a seis personalidades se les otorgó la condición de Hijo Adoptivo, otras 15 la medalla 325 de la urbe, cuatro recibieron la réplica pequeña de una columna del puente de la Concordia, el símbolo de la villa, y el pedagogo Regino Ramos, la de Hijo Ilustre.
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