José de la Luz y Caballero dijo: «pues mientras se piense en la tierra de Cuba se pensará en quien nos enseñó primero en pensar», al referirse a Félix Varela y Morales.
Y no se trata únicamente de realizar el acto del pensamiento, sino hacerlo bien, lo cual requiere un método, estar informado, tener conocimientos, incluidos los de la realidad del momento que se vive, definir objetivos cumplibles, lo que entraña mayor responsabilidad, sobre todo si son metas y aspiraciones de la sociedad y no únicamente los propósitos individuales o de un sector.
Cuando el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez escribe #SomosContinuidad, no es un mero hashtag para un sitio de redes sociales en Internet, es un concepto que entraña continuar también la aplicación de las enseñanzas de Varela, y sentirnos deudores del pensamiento y la acción de generaciones de cubanos que nos antecedieron.
Tampoco #Cuba es para denominar solo un sitio geográfico, es igualmente un concepto que adquiere mayor relevancia cuando dice: #SomosCuba lo cual es continuidad de aquella tierra de Cuba a la cual se refirió José de la Luz y Caballero y otros tantos hombres ilustres, desde Félix Varela, el primero que nos enseñó en pensar en los asuntos de Cuba, hasta los días de hoy
Siendo Cuba, siendo continuidad, hubo una respuesta a la convocatoria abierta del 30 de septiembre al 26 de agosto último a expresar en el sitio de la Presidencia qué significa “Pensar como país”, lo cual motivo al Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez a dirigirle un mensaje a los participantes, quienes hicieron una demostración de pensamiento colectivo al aportar sus ideas.
El mandatario expresó: “Quienes hayan revisado detalladamente los mensajes, advertirán una clara sintonía entre lo que el Gobierno se ha propuesto hacer y lo que la ciudadanía demanda. El país que queremos es el mismo.”
Durante un encuentro con profesores de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, Díaz-Canel llamó a pensar, desde la pedagogía, en cómo llegar a esa sociedad mejor que queremos construir.
En ese intercambio se refirió a lo hecho frente al desabastecimiento de combustible que fue vencido porque se pensó como país, y seguidamente se actuó como país de manera unida, solidaria y con metas claras y sobre todo, realistas, cumplibles.
Allí el presidente cubano defendió otro concepto, el de aprender creando y participando, lo cual implica pensar, y en esta caso concreto, pensar como país (y no quedarse en la fase de pensamiento) e ir a la acción y ser capaces de reflexionar sobre lo hecho. En otras palabras, aprender para consolidar lo exitoso y proceder a las correcciones de errores y deficiencias.
Durante el intercambio, se refirió igualmente al vínculo entre instrucción, educación y cultura general, tres componentes esenciales para el pensamiento al que estamos convocados.
No debe pasarse por alto tampoco cuando habló de la necesidad de potenciar y perfeccionar la enseñanza de la Matemática, “porque ello ordena el pensamiento y ayuda a laborar por procesos”.
El 10 de Octubre de 1868 fue trascendental, y este 10 de octubre de 2019 también lo será a partir de transformaciones que no son simples cambios de nombre de un cargo, sino que entrañan continuar el pensamiento y la acción en un peldaño superior de ejercicio de gobierno colectivo en el cual todos tenemos oportunidad y deber de participar para pensar y actuar como país.