Las fallas en los sistemas de control y la insuficiente exigencia en la ejecución del presupuesto destinado a la compra de ropa y calzado adecuado para los procesos laborales pudieran ser las principales causas de la persistencia de la accidentalidad laboral en Camagüey, según trascendió en el consejo ampliado del Comité Provincial de la CTC.
Según informó Leirán Tórres Sánchez, miembro del Secretariado Provincial, los accidentes de carácter mortal aumentaron con respecto a la misma etapa del año anterior. “En los primeros meses del 2019, y como consecuencia de actos inseguros, fallecieron 6 personas, la mayoría perteneciente al sector azucarero. Esto nos muestra que los sindicatos deben jugar un papel fundamental en la capacitación sobre seguridad y salud, e insistir en la prevención y la protección como elementos del actuar diario”.
Es cierto que la totalidad de los riesgos laborales no se pueden controlar, pero la disminución de estos, la mejora del ambiente en los centros de trabajo de conjunto con el accionar de los inspectores sindicales, sujetos que deberían revitalizarse, bien pudiera ser útil.
Las empresas reciben un presupuesto para garantizar adecuadas condiciones laborales y la compra de ropa y calzado. La planificación de estos números mejora, pero como indica Tórres Sánchez, la ejecución es baja. Los mayores afectados alegan que es poca la oferta de medios de protección, no obstante la gestión administrativa para encontrar otras opciones urge sea mayor.
En los dos últimos años la cifra de accidentados asciende a 315, mientras que los fallecidos son 10, razones que obligan a incrementar las exigencias en cada área.
“Las asambleas de afiliados y los activos sindicales son espacios en los que se puede evaluar este asunto. Hay mucho desconocimiento aún, por lo que cualquier momento es idóneo para hablar sobre la seguridad laboral”, explicó Yulián León Rondón, secretario general de la CTC en el territorio.
