Escuchamos con frecuencia hablar de kilowatt-hora, expresión que ha penetrado en la cultura del cubano, pero no siempre con todo el dominio de su significado. Afortunadamente, la mayoría de las personas la relaciona con la energía eléctrica. El doctor Pablo Roque Díaz, profesor del Centro de Estudios Energéticos y de Tecnologías Ambientales de la Universidad Central Marta Abreu, de Las Villas, tiene apreciaciones sobre el tema más allá de las meramente técnicas.
“Para muchos no pasa de ser un numerito en el recibo de la cuenta de la Unión Eléctrica que debemos pagar disciplinadamente cada mes, a riesgo de que nos interrumpan un servicio que cada día es más imprescindible e insustituible.
“Para otros, pocos aún, pero en cantidad creciente, el kilowatt-hora es una cifra que se puede leer con un instrumento de medición, el metro contador, que todos tenemos en nuestras casas, pero con frecuencia ignorado y abandonado solo a la atención del trabajador encargado de su lectura.
“Esas razones, y el hecho de que la energía eléctrica sea un bien material que se consume y se paga, pero que no se ve, nos impide adquirir una percepción como la que podríamos tener, por ejemplo, de una libra de arroz o de un litro de agua.
“En realidad, el kilowatt-hora es una unidad de medida de cantidad de energía, que se utiliza para medir no solo la energía eléctrica, sino cualquier otra”.
¿De qué manera se puede entonces adquirir mayor conciencia de la necesidad de su ahorro y uso racional?
“Detengámonos en el tema del costo. Fíjese que no hablamos de precio, que como sabemos es una cifra de entre 9 centavos y cinco pesos (CUP) por cada kilowatt-hora. El costo es otra cosa: se refiere a la cantidad de recursos que deben consumirse para producir algo. Este concepto tal vez nos dé alguna idea objetiva sobre la respuesta a la pregunta que da inicio a estas disquisiciones. Ello está muy relacionado en este caso con el principal recurso que se debe emplear para producir esa unidad de energía eléctrica, o sea: el combustible”.
¿Cuánto es en combustible un kilowatt-hora?
“En nuestro país más del 90 % de la energía eléctrica, esa que nos llega por cables hasta nuestra casa y que con tanta facilidad usamos, se produce por la quema de combustibles fósiles, principalmente fueloil (derivado del petróleo crudo), el propio petróleo crudo nacional, su gas acompañante y el diésel, el hermano aristocrático de la familia, ya que puede ser utilizado con otros fines, por ejemplo, en automóviles”.
En la pasada semana el petróleo crudo de Texas estaba a 57 USD por barril y el Brent a unos 62 USD por barril de 159 litros. Esto equivale aproximadamente a 450 USD/tonelada o aproximadamente 0.42 USD/litro.
¿Este precio básico afecta automáticamente los combustibles derivados y casi todas las demás producciones mundiales?
“Así es, el combustible representa más del 80 % del costo de la energía eléctrica. Si nos preguntaran cuánto combustible se consume para producir un kilowatt-hora, podríamos decir que esa cantidad varía de una planta a otra, según su eficiencia. Se llama consumo específico de combustible y está en un entorno de entre unos 200 gramos para las más eficientes y más de 300 para las más ineficientes.
“De manera aproximada solo con el fin de ilustrar: un kilowatt-hora equivale aproximadamente a un vaso de combustible.
“Teniendo en cuenta que una tonelada tiene 4 mil vasos de 250 g, esa medida de combustible le costó al país, en el caso de considerar toda la electricidad producida con el fueloil, cerca de 0.10 USD (solo en combustible, sin contar el resto de los componentes del costo).
“Es decir, que si usted y su familia consumieron en un mes 250 kilowatt-hora, con un importe de 74 CUP (una familia promedio que consuma alrededor de 8 kilowatt-hora diarios), podemos hacer unas simples operaciones”.
¿Cuánto estarían consumiendo en petróleo?
“Pues estaría recibiendo diariamente un equivalente de ocho vasos o dos litros de fueloil, aunque no los vea ni se ensucie las manos con su manipulación. Pero por esos dos litros de fueloil el país pagó alrededor de 0.80 dólares. Es fácil estimar que, al cabo del mes, estas cifras se convirtieron en 60 litros de fueloil, y que le habrán costado al país un poco más de 24 dólares. ¿Y cuánto usted tuvo que pagar?, pues 74 CUP. El resto, unos 526 pesos, los paga colectivamente la totalidad de la población trabajadora. Esto representa, para los 4 millones de consumidores del sector residencial, unos 96 millones de dólares mensuales.
“Esta es una observación impresionante, y si a partir de ahora no le llamamos kilowatt-hora, que es una palabra complicada de pronunciar y comprender, y le cambiamos el nombre por el de vaso de petróleo, entenderíamos que si cada familia ahorra un kilowatt-hora diario, que más o menos corresponde a 10 pesos en su factura mensual, estaría haciendo un aporte considerable”.
¿Cuánto podría ahorrar el sector residencial?
“Más que ahorro personal sería un verdadero aporte de cada núcleo familiar a la economía nacional. Así, con los mismos números del ejemplo que manejamos, esos 10 pesos equivalen, para una tarifa promedio de 30 centavos, unos 30 kilowatt-hora o vasos de petróleo, uno cada día, que a 0.10 dólares representan un aporte de tres dólares mensuales como promedio por cada familia (unos 12 millones mensuales en total). Y esa misma familia apenas lo nota, pues el recibo del mes siguiente vendrá con un monto a pagar de 56 pesos. Ese kilowatt-hora diario se puede seguir muy fácilmente leyendo todos los días el metrocontador, no solo una vez al mes, y tomando las medidas indicadas contra el despilfarro.
“No está de más recordar la idea contraria: un incremento de un vaso de petróleo diario por familia implicaría esa misma cantidad restada de los recursos del país dejados de utilizar en otros fines también importantes”, concluyó el doctor Pablo Roque.
