“Este es mi pequeño aporte al embellecimiento de La Habana en su medio milenio de existencia, además de ofrecerle al público la oportunidad de conocer y dialogar con mi obra, la cual está precisamente inspirada en esta ciudad, su gente, su legendario Malecón, y en el cálido mar Caribe que nos rodea, en narraciones muy identificadas con nuestra cultura e idiosincrasia”.
Así expresó el destacado pintor, escultor, fotógrafo y grabador, doctor Erik Varela Ravelo, en la apertura de su estudio taller —perteneciente al Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC)—, concebido como parte de las celebraciones por los 500 años de fundación de La Habana.
La instalación, ubicada en el céntrico Paseo del Prado, número 257, en La Habana Vieja, sobresale por su prestancia entre la arquitectura ecléctica de esa emblemática zona de la capital. Fue concebida por el artista mediante un diseño moderno y funcional, alusivo a la fértil etapa de su pintura abstracto-geométrica, y acoge cerca de una veintena de piezas —pequeños, medianos y grandes formatos— realizadas por él en los últimos meses, entre estas varias que conformaron la exposición Relatos insulares, colateral de la XIII Bienal de La Habana.
En la sala se exhiben, asimismo, algunas esculturas de este creador, director del proyecto cultural Enmarcarte —también perteneciente al FCBC—, sobre el que se presentan videos y documentales en una pantalla ubicada allí, en la que además pueden verse otros audiovisuales relacionados con el quehacer pictórico de Erik.