En una competencia netamente cubana desde el inicio, las dos discóbolas más estables y de mejores resultados en la temporada, Yaimé Pérez y Denia Caballero, no defraudaron los pronósticos y se agenciaron el oro y la plata, respectivamente, de su especialidad en el XVII Campeonato Mundial de Atletismo, que concluirá el próximo domingo en Doha, Qatar.
La Rusa, como se le conoce a la nueva titular del orbe, arrancó con un envío de 68,10 metros para dejar claro que venía por el título que le había sido esquivo en sus tres participaciones anteriores: oncena (Moscú 2013) y cuarta en Beijing 2015 y Londres 2017. Pero la tarde-noche en el estadio Khalifa reservó más emociones a nuestra delegación.
Su compañera y monarca del orbe hace cuatro años, Denia Caballero, se colocó segunda con 66,80 y en el tercer intento elevó la parada hasta los 67,32, pero no fue hasta su cuarta entrada al círculo de lanzamiento que puso presión a Yaimé con un envío de 68,44, a lo cual respondió la campeona panamericana con 69,17 en el quinto intento, registro finalmente inalcanzable para ninguna de sus adversarias.
Como ha venido ocurriendo a la largo de este año, la croata Sandra Perkovic tuvo que conformarse con el tercer puesto detrás de las antillanas, ahora con 66,72. Este 1-2 de Yaimé-Denia fue el tercero de Cuba en una lid del planeta, antecedido por el de Ioamnet Quintero-Silvia Costa en Stuttgart 1993 en salto de altura, y el Yorgelis Savigne-Mabel Gay en Berlín 2009 en triple salto.
Un momento muy emotivo sobrevino tras el último disparo de Yaimé, quien corrió hasta las gradas donde se encontraba el fisioterapeuta Abdel Murguía para abrazarlo y agradecerle su trabajo para poder competir tras una molestia presentada en su espalda en los últimos días. Asimismo, se le vio llorar junto a su entrenador Hilda Elisa Ramos, cual cierre brillante de un 2019 que la ha catapultado a fuerte aspirante al oro olímpico en Tokío 2020.
Estas dos preseas hicieron ascender a Cuba hasta el noveno lugar en la tabla de medallas de este mundial, ahora con una de cada color (1-1-1) ; mientras en el apartado por puntos también avanzaron al décimo escaño con 30 unidades, gracias a la contribución del quinto lugar del saltador de altura Luis Enrique Zayas.
El sorpresivo monarca de los pasados Juegos Panamericanos de Lima cubrió sin errores la progresión 2,19- 2,24- 2,27 y 2,30 (esto último su marca personal con la que ganó en tierra peruana), pero luego no pudo con los 2,33 y debió conformarse con aplaudir al local Mutaz Essa Barshim, quien repitió su corona con 2,37 y provocó el deliro en sus seguidores que acudieron por miles al estadio Khalifa.
La antepenúltima tarde noche reservó el segundo récord mundial impuesto en Doha (el anterior fue el relevo mixto 4×400, dado que es un prueba de estreno), esta vez a cargo de la estadounidense Dalilah Muhammad en los 400 metros con vallas quien rebajó cuatro centésimas a su propia marca (52.16).
A Cuba solo le resta por competir Adriana Rodríguez en salto largo y el relevo 4×400 de las damas en las dos últimas jornadas de un mundial que pasará a la historia por mucha rivalidad, pocas sorpresas y un estadio con aire acondicionado en medio del calor insoportable de Doha.
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