Una veintena de artistas reinterpretan un libro perdido hace siglos. El Centro de Desarrollo de las Artes Visuales acoge una singular exposición.
Se habla, pero no lo suficiente del cubano José Antonio Aponte, negro libre, artesano, soldado, que encabezó una conspiración antiesclavista y anticolonial en 1812. Fue un hombre que encarnó tempranamente el espíritu libertario que unas décadas después floreció en la primera de las Guerras de Independencia.
La exposición Aponte visionario: arte y libertad negra, que se exhibe por estos días en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales de La Habana, le rinde homenaje. La idea que reúne e inspira a la veintena de artistas que participan (cubanos, caribeños, estadounidenses) pudiera parecer el tema de una novela histórica.
Cuando Aponte fue apresado y juzgado, después del fracaso de la insurrección que organizara, le fue requisado un volumen de su autoría, hecho a mano, que las autoridades españolas descubrieron en su casa. Se trataba de un libro de pinturas, integrado por 63 láminas en las que se combinaban pinturas, dibujos y collages de abanicos decorativos, grabados e ilustraciones de diversos orígenes.
El libro era un compendio de historias bíblicas, recreaciones de paisajes de varias latitudes y evocaciones celestiales, en las que los negros aparecían como emperadores y guerreros.
Aquí comienza la polémica: el propio Aponte afirmó que lo había creado como un regalo para el rey de España; pero las autoridades estaban convencidas de que lo había utilizado para estimular a sus colaboradores: les mostraba imágenes de negros poderosos, en escenas idílicas, para mostrarles que un mundo distinto era posible: era su visión de la libertad.
El libro desapareció. Pero en las actas del proceso que condenó a Aponte a la horca quedó una descripción detallada de cada una de las láminas.
Más de dos siglos después, convocados por la historiadora Ada Ferrer y el artista Édouard Duval Carrié, los artistas que ahora exponen reinterpretaron estas imágenes desaparecidas, partiendo de lo que se describe en las actas, pero desplegando sin cepos todo su caudal creativo.
El resultado es un conjunto de disímiles concreciones plásticas: desde la forma, el estilo y el concepto.
La pretensión primera es el homenaje a un hombre que para muchos de sus compatriotas sigue siendo apenas una referencia en los libros de historia, pero que es uno de los más relevantes precursores de las gestas libertarias.
Pero además de eso, la muestra abre un panorama inspirador: su riqueza expresiva “traduce” la fuerza imaginativa de José Antonio Aponte, que además de un líder fue un artista en el más amplio sentido del concepto.
Aponte visionario… ya fue vista en tres ciudades estadounidenses y se exhibirá hasta el 25 de octubre en La Habana, para después quedar inaugurada en la galería Oriente, de Santiago de Cuba, el 5 de noviembre.
Es un empeño común de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (y su Comisión Aponte, que lucha desde el arte y la cultura contra la discriminación racial), el Ministerio de Cultura, Casa de las Américas y otras instituciones cubanas e internacionales.