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Cuba, bajo el asedio genocida

Tal cual lo hicieron las anteriores administraciones norteamericanas, sean republicanas o demócratas, el presidente Donald Trump, continuando con esta ininterrumpida política de Estado que se aplica desde 1962, extendió por un año más el bloqueo comercial contra Cuba.

 

 

A esto se suma ahora el bloqueo naval mediante la persecución de embarcaciones denunciada por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, para impedir la llegada de petróleo a la isla, acciones que el canciller cubano Bruno Rodríguez ha denunciado como parte de las acciones genocidas contra la isla.

 

A este plan de asedio se ha sumado también la maquinaria propagandística norteamericana y alguna europea que intentan mostrar como algo normal estas acciones criminales, intentando, además, desvirtuar los hechos.

Pero lo que suena tal vez más inaudito es que algunos ilusos o desorientados de dizque medios alternativos se sumen a ese coro canalla y que con sus publicaciones contribuyan a acallar y falsear el problema de fondo, que es el bloqueo a Cuba, convirtiéndose así en serviles a la propaganda norteamericana contra la isla.

No es falacia ni exageración el afirmar que cada minuto, desde hace seis décadas Cuba es víctima del ilegal e inmoral bloqueo de parte de EEUU que se despliega mediante un brutal cerco naval, comercial, energético, diplomático, financiero y mediático.

Desempolvemos la convención del delito de genocidio

La Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio incluye en la definición de genocidio el sometimiento intencional de un grupo nacional a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.

Valga recalcar que la referida Convención indica además que es también caracterizado como genocidio el ocasionar «lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo».

Los delitos de EEUU contra Cuba han sido documentados durante 28 años y los informes reciben el respaldo anual de la Asamblea de la ONU en una resolución titulada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba.

Por su parte, la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó en ocasión del 70 aniversario de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio que el «flagelo odioso» del genocidio sigue siendo una amenaza y una realidad en el siglo XXI.

El asedio

Como parte de la escalada norteamericana, en abril de 2019, EEUU activó el Título III de la ley Helms-Burton, para que, al amparo de esta legislación, se establezcan demandas judiciales ante tribunales estadounidenses contra empresas o individuos cubanos o de terceros países que mantengan vínculos económicos con propiedades estadounidenses nacionalizadas en Cuba en la década de 1960.

(Tomado de mundo.sputniknews.com)

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