Marcas del 2019: ¿cerca o lejos de los récords?

Fabio M. Quintero Pérez

Unos centímetros antes del cajón de saltos los jueces levantan la bandera blanca al cielo qatarí. Comienza la potente carrera de impulso en busca de la suspensión precisa en el aire, esa batalla del hombre contra caer en la tierra sin avanzar lo suficiente, esa porfía del saltador contra la gravedad.  La longitud masculina marcará el inicio de las competiciones en el decimoctavo Campeonato del Mundo de atletismo en Doha, pero dejemos detenido este estirón fugaz para analizar algunos datos interesantes de la temporada.

Los 400 metros vallas han tenido un año de eventos espectaculares. La campeona olímpica Dalilah Muhammad rompió el récord mundial de la especialidad en los campeonatos nacionales de Estados Unidos al estampar un 52.20 segundos, que rebajó en 13 centésimas la anterior primacía de la rusa Yuliya Pechonkina, establecida en el 2003.

Por su parte, en el sexo masculino, el noruego Karsten Warholm y el norteamericano Ray Bejamin, protagonizaron en la final de la Liga del Diamante, una de las carreras más rápidas de la historia al bajar ambos de los 47 segundos con 46.92 y 46.98 respectivamente. Ellos, junto al ídolo local Abderrabahm Samba y el cubano nacionalizado turco, Yasmani Copello deben garantizar uno de las discusiones de podio más electrizantes de la justa.

Otro marca del orbe que tembló fue la del triple salto femenino. La venezolana Yulimar Rojas flotó sobre la pistilla del estadio de Guadalajara y marcó un 15,41 metros, segundo mejor brinco de todos los tiempos.

Asimismo, la saltadora de altura de origen ruso Mariya Lasitkene  se impulsó hasta los 2,06 –desde el 2,07 de Anna Chicherova en 2011 no aparecían registros de tanta envergadura-  e intentó, sin éxito, en varias ocasiones derribar la barrera del 2,09 impuesta por la búlgara Stefka Kostadinova en 1987.

Algunas de las incógnitas para Doha es el estado de forma de dos recordistas mundiales en el área del lanzamiento. La jabalinista checa Barbora Espotackova y la martillista polaca Anita Wlodarczy llegan a la ciudad árabe con envíos por debajo del top 7 en sus respectivas modalidades.

En el salto con pértiga varonil sucede algo similar con Renuad Lavillenie. El francés ha visto como Sam Kendricks de Estados Unidos, el polaco Piotr Lisek y el sueco Armand Duplantis sortearon los seis metros de altura en el transcurso de la temporada y el solo ostenta un 5,85. Al parecer, el poseedor del récord mundial se quedará sin títulos nuevamente en una lid universal.

De vuelta a la pista, tres jóvenes del equipo de Estados Unidos resaltan en la pruebas de  velocidad. Chris Coleman, Noah Lyles y Michael Norman acapararon la atención en 100, 200 y 400 metros al conquistar el diamante y estampar registros líderes en el 2019. Coleman, llamado sucesor de Usain Bolt y subcampeón en la justa precedente, viene a tratar de escribir su historia dorada en las grandes lides atléticas.

La delegación de las barras y las estrellas parte como amplia favorita para repetir el primer lugar por naciones alcanzado en la edición precedente de Londres. Sin contar los relevos, sus competidores dominan los resultados de la campana en 10 disciplinas entre mujeres y hombres. Etiopia, Kenia y Jamaica parecen a priori sus posibles escoltas en el medallero.

Mejores marcas del año y los récords mundiales vigentes

Masculino

Femenino

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