Como cada septiembre, los líderes mundiales se reúnen en Nueva York en torno a la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en busca de respuestas a desafíos apremiantes como el cambio climático, la migración, los conflictos regionales, la pobreza extrema y el hambre.
De las sesiones de alto nivel previstas para esta ocasión, dos han sido dedicadas al desarrollo sostenible —Cumbre para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 24 y 25 de septiembre— como resultado de la cual ya emergió una declaración política en la que los estados miembros “se comprometieron a movilizar la financiación, mejorar la aplicación nacional y reforzar las instituciones para alcanzar” los propósitos establecidos en la fecha prevista.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, alertó que pese a algunos datos positivos, “estamos lejos de donde deberíamos estar”, ya que varios factores como los conflictos armados, la crisis climática, la violencia de género y las desigualdades socavan los esfuerzos por alcanzar los Objetivos: “Ningún país está en camino de alcanzar la meta de la igualdad de género, sin la cual no se logrará ninguna de las otras metas. De hecho, la brecha está creciendo. Un millón de especies están en peligro de extinción. Y al ritmo actual, casi 500 millones de personas podrían seguir viviendo en la pobreza extrema para 2030. Debemos redoblar nuestros esfuerzos. Ahora”.
Cuba presentó su primer informe voluntario sobre el tema del desarrollo sostenible en abril de este año ante la Tercera Reunión del Foro de América Latina y el Caribe sobre el tema, efectuada en la sede de la Cepal, en Santiago de Chile.
El documento reconoce que “mientras la inmensa mayoría de los países industrializados continúa incumpliendo con su compromiso histórico de aportar el 0,7 % de su PIB para la Ayuda Oficial al Desarrollo, se dilapidan multimillonarias sumas de recursos financieros con fines armamentistas y especulativos. El gasto militar total en 2017 fue de mil 739 billones de dólares, la cifra más alta desde el fin de la guerra fría, equivalente al 2,2 % del PIB mundial o a 230 dólares por persona”.
Denuncia que “si estos fondos se hubiesen canalizado hacia la Ayuda Oficial al Desarrollo en el mismo año, el monto total de la misma hubiera sido casi 12 veces mayor. Lo anterior demuestra que los recursos financieros sí existen, solo que se destinan a las prioridades estratégicas de potencias con pretensiones hegemónicas”.
Cuba alertó que “sin los adecuados medios de implementación, que incluyen la transferencia de tecnologías y recursos financieros nuevos, adicionales y predecibles en condiciones favorables para los países en desarrollo, la Agenda 2030 y sus ODS corren el riesgo de convertirse en meros enunciados políticos”.
“Para afrontar esta situación, se deben eliminar las causas estructurales que la generan, aseguró el informe. Se debe ir a la raíz de los problemas, que radica en la existencia de un injusto orden económico internacional que beneficia a unos países por encima de otros, aumentando cada vez más la brecha entre el Norte y el Sur”.
El texto reconoce que “Cuba, además de enfrentarse a los mismos desafíos económicos que afectan a los países de América Latina y el Caribe, ha sufrido por casi 60 años, las consecuencias de la aplicación de la política de bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos. En el último período esta política se ha recrudecido a partir de la decisión del gobierno del Presidente Donald Trump de aplicar el Título III de la Ley Helms-Burton, legislación que ataca la libertad de comercio y refuerza el carácter extraterritorial de las sanciones contra Cuba, además de dañar las relaciones económicas y comerciales del país con la Comunidad Internacional. La política de bloqueo constituye el principal obstáculo al desarrollo económico de Cuba y, por ende, a la implementación de la Agenda 2030 y sus ODS”.
El país reconoce que debe “Fortalecer el Sistema Nacional Estadístico en la recopilación de datos” y “crear nuevos instrumentos a fin de recopilar la información requerida para la construcción de indicadores nacionales propios de acuerdo a requerimientos sectoriales y metas nacionales”.
Insiste en la necesidad de “continuar fortaleciendo los mecanismos de coordinación interinstitucional e intersectorial, las capacidades institucionales y normativas a tono con la nueva Constitución de la República recientemente aprobada, así como el proceso de seguimiento y evaluación del cumplimiento de los objetivos, indicadores y metas del Programa Nacional de Desarrollo Sostenible 2030 y de la Agenda 2030”.
Se precisa además que “la gestión (administración, manejo, dirección) de los diversos asentamientos donde reside la población, contribuya a su realización personal sin comprometer el medioambiente” y que se deben “articular las formas de planificar, gestionar y gobernar, a partir de un planeamiento participativo que permita crear un ambiente de identificación de problemas y búsqueda de soluciones en la escala local”.
Otro desafío es “aprovechar de forma sostenible las capacidades y los recursos que poseen los asentamientos humanos, evaluando los impactos positivos y negativos (…) y potenciando las acciones coordinadas de todos los actores que intervienen en su desarrollo”.
La inclusión “más activa de los diferentes actores de la sociedad, en la búsqueda de soluciones”, así como la necesidad de “reducir los riesgos, peligros y vulnerabilidades asociados al azote de los eventos hidrometeorológicos y el cambio climático” son parte insoslayable de los propósitos de la Mayor de las Antillas a la hora de garantizar la sostenibilidad del desarrollo, por lo cual “Cuba ratifica su compromiso con el cumplimiento de los ODS y agradece el apoyo de la CEPAL y del Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo, así como de las organizaciones no gubernamentales que, a través de la cooperación internacional, aúnan sus esfuerzos a los del gobierno y el pueblo cubano”.
La AGNU, donde se debate hoy el tema del desarrollo sostenible, es uno de los órganos principales de las Naciones Unidas, y el único en el que todos los Estados Miembros (193) están representados, cada uno con un voto. Este foro anual acoge discusiones sobre cuestiones de interés mundial y asisten representantes de todo el mundo.
La delegación cubana de este año ha estado encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, quien está anunciado como uno de los oradores de la jornada de hoy, miércoles 25.
Intensa jornada en AGNU
Durante su estancia en Nueva York, el canciller cubano Bruno Rodríguez ha desplegado una amplia agenda de encuentros. Este miércoles se entrevistó con el Secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin; los Cancilleres de Andorra, María Ubach Font; de Togo, Robert Dussey; y de Senegal, Amadou Ba, así como con Enrique Iglesias, Asesor Especial de la Unión Europea y el Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela.
Productivos intercambios esta mañana en #UNGA74 con el Secretario de Estado de la Santa Sede, los Cancilleres de Andorra, Togo y Senegal y el Asesor Especial de la Unión Europea y el Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela. | #UNGA pic.twitter.com/vVvYmeZmU3
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) 25 de septiembre de 2019
El martes sostuvo diálogos con sus homólogos de Sierra Leona, Nabeela F. Tunis; Costa Rica, Manuel Ventura; de Marruecos, Nasser Bourita; y de Somalia, Ahmed Awad Isse. También conversó con el vicepresidente de Sudán del Sur, Taban Deng Gai.
Además participó en la presentación de un número especial de la revista MEDICC Review, dedicada a la contribución de la Mayor de las Antillas a la salud universal, ocasión en la que destacó las potencialidades del sistema cubano pese a los obstáculos que enfrenta debido al bloqueo de Estados Unidos.
El titular defendió la idea de que el acceso a la salud es un derecho humano, y como tal fue incluido en el articulado de Constitución de Cuba aprobada recientemente. Es obligación de todos los Estados garantizarla, dijo.
Momentos antes, el jefe de la diplomacia cubana había rechazado las declaraciones de los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Estados Unidos, Donald Trump, quienes atacaron al país caribeño con calumnias y falsedades, recalcó Rodríguez.
El lunes el titular había participado en la reunión de alto nivel de la ONU dedicada a la cobertura universal de salud, donde ofreció detalles sobre los logros alcanzados por Cuba en ese sector, uno de los que mayor impacto recibe por el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
“Y por si fuera poco, comentó entonces, ahora Washington arremete contra los programas de cooperación médica cubana con países en desarrollo, con el objetivo de desacreditarlos y sabotearlos”.