Mauricio Macri se desespera a solo un mes de las elecciones presidenciales en Argentina y tiene razón. El escenario donde pretende reelegirse no es ni remotamente el mismo que cuando alcanzó la presidencia.
El de ahora es un verdadero desastre, así lo confirman los datos oficiales. Un país en recesión, con una deuda de más de 50 mil millones de dólares, una crisis alimentaria reconocida por su propio Parlamento y un descontento cada vez mayor de la población son razones para no mantenerlo en la Casa Rosada.
Muchas de las letras de los tangos están escritas en lunfardo (argot local rioplatense). Y suelen expresar las emociones y tristezas de los hombres y mujeres argentinas. La intención de Macri es convencer con su último tango a un electorado que ya no resiste más su permanencia en el poder.
Aunque no le cae nada bien el desespero lo lleva a organizar marchas populares con sus adeptos, las mismas que tanto criticó cuando estremecían y estremecen en su contra las principales avenidas del país e intenta ser popular con nuevas promesas para detener lo que evidentemente será su final político.
Y es que las elecciones en Argentina, previstas para el 27 de octubre próximo, representan el mayor desafío al que debe enfrentarse, en momentos donde su popularidad está en el piso y las encuestas lo colocan como el posible perdedor ante la pareja de Alberto Fernandez y Cristina Fernández de Kirchner, quienes van delante con una diferencia de un 20 % de los votos.
Los amigos de Macri
La situación del mandatario argentino lo lleva a nuevas promesas y anuncio de posibles medidas para tratar que sus acólitos y potenciales votantes a favor no lo abandonen.
Sin embargo, Macri mantiene aliados firmes ante el gran desafío que constituyen los próximos comicios. No importan que no sean argentinos, sino estadounidenses, que en los últimos meses se han lanzado con todo para apoyarlo y desinformar a la población y a la opinión pública internacional.
La preocupación de esos amigos es lógica. La pareja opositora, conformada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner tienen posibilidad real de ganar. Un nuevo gobierno de izquierda pondría en crisis su política de intervención en el país y en toda América Latina y el Caribe, y colocaría en crisis la política imperial de volver a la época de tener el control sobre lo que ellos llaman su patio trasero.
También lo apoyan los gobernantes de derecha en otras naciones latinoamericanas, que ven el peligro de una vuelta a gobiernos populares.
El actual mandatario intenta lograr apoyo para sus anhelos reeleccionistas, lo que solo es una manera más de intentar recuperar la iniciativa política perdida por su mala gestión y volver a confundir a parte del electorado.
El Macri candidato para reelegirse es irreconocible. Ahora quiere ser popular y convoca a través de las redes sociales para el 28 de septiembre a una «marcha para ganar».
Es la primera de las convocatorias –como informó Página 12– el oficialismo intentará en 30 ciudades poner en marcha la campaña de Juntos por el Cambio..
Macri anunció que «la campaña presidencial que recién comienza será distinta a todas las que vivimos hasta ahora. Quiero invitarte a hacer algo poderoso e influyente, algo que puede inclinar la elección pero que te necesita de manera indispensable».
La herencia maldita
Los analistas toman muy en cuenta la victoria alcanzada por las fuerzas progresistas en las primarias del 11 de agosto pasado y la actual realidad social para pronosticar el triunfo de “los Fernández”.
Quienes califican de desastre su gestión dicen que el término responde a que la canasta básica total acumula desde comienzo de este 2019 un incremento promedio de 29,5 % en tanto la canasta alimentaria aumentó en los primeros ocho meses 30,01 %, solo por citar ambos casos.
Con una economía en recesión, y una crisis acentuada en agosto, pese a la aplicación de medidas urgentes como quitar el impuesto de valor agregado a 13 productos alimenticios, el ingreso de los ciudadanos no les permite comprar lo necesario, entre otras cosas, por la devaluación de sus salarios.
La cuenta regresiva para el necesario cambio se inició desde el mismísimo primer año de gobierno, donde Macri demostró su intención de cambiar al país sí, pero para mal, llevando a un país rico en recursos naturales a una Argentina cada vez más hambrienta y desesperada.
[carousel source=»media: 180220,180221,180222″ limit=»25″ link=»lightbox» width=»700″ height=»500″ items=»1″ title=»no» pages=»yes» autoplay=»5600″ speed=»1200″]
