A pensar, desde la pedagogía, en cómo llegar a esa sociedad mejor que queremos construir, a concretar la formación de valores en modos de actuación y a consolidar una educación integral, ciudadana y humanista, convocó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante el encuentro que sostuvo este viernes con profesores de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.
En el intercambio recapituló lo hecho por el país en estos días para sortear el desabastecimiento de combustible, con medidas de ajuste, ahorro y control y, sobre todo, con mucha solidaridad.
La creatividad que en materia de ahorro nos ha nacido en esta coyuntura, dijo, deberá mantenerse para cuando volvamos a la normalidad, y hay que defender, a su juicio, el concepto de «aprender creando y participando».
Destacó la sostenibilidad, a pesar de las restricciones, de la producción de alimentos y del programa de la vivienda, y el respaldo a los renglones que sustituyen importaciones, y permiten exportaciones y encadenamientos productivos.
En este contexto, significó, la labor pedagógica educativa supone muchos retos y es preciso prestar marcada atención al vínculo entre instrucción, educación y cultura general, tres pilares que, cual lados de un triángulo, no pueden descuidarse.
Enfatizó en la necesidad de potenciar y perfeccionar la enseñanza de la Matemática, porque ello ordena el pensamiento y ayuda a laborar por procesos y, a su vez, convocó a trabajar más rápido en la introducción de resultados científicos e investigativos en la formación de docentes y de estudiantes.
Qué saberes, reflexionó, es preciso compartir con todas las asignaturas: Historia de Cuba y Universal, y el pensamiento martiano y fidelista.
Se trata, al decir del Jefe de Estado, de potenciar la formación de valores, de insistir en la decencia, la honestidad, la solidaridad y el sentido de la cooperación; de velar por el comportamiento de los maestros en todos los ámbitos, de rescatar hábitos de cortesía, que se han perdido o fracturado, y de cuidar el buen gusto.
«Nada más ajeno a la Revolución que la falta de educación», sentenció, al tiempo que puso énfasis en el papel decisivo de la escuela en la formación de los estudiantes, más allá de la responsabilidad de la familia.
En su opinión, el trabajo con la Historia es vital, porque ella «siempre exige repasos para garantizar la continuidad, sobre todo porque los desafíos son idénticos. En la Historia está la unidad».
Y «la única salvación para Cuba es la unidad, y la unidad se forja en el socialismo», subrayó.
De acuerdo con Díaz-Canel, desde la Historia, bien argumentada, es posible desmontar toda la plataforma neoliberal que nos pretenden imponer con sus fetiches; construir nuestros paradigmas de la sociedad socialista y fortalecer el sentimiento antimperialista.
Pero esa gestión del conocimiento, ese saber, consideró, solo es posible si desarrollamos hábitos de lectura, independientemente de los soportes, porque la lectura desarrolla la capacidad de expresión y de argumentación.
En las redes sociales, ejemplificó, quieren demeritar la Educación cubana. También allí, con nuestras verdades bien escritas, bien contadas, podemos desarrollar una plataforma emancipadora para comunicarnos.
Ajustado a los tiempos que corren, Díaz-Canel no pasó por alto el uso de la informática, las tecnologías y el desarrollo de aplicaciones para el aprendizaje de manera más atractiva, sin que ello sustituya en modo alguno el papel del profesor, orientando, guiando el proceso de enseñanza e interactuando.
Ente las orientaciones del Presidente en la Universidad rectora de las Ciencias Pedagógicas resaltó, además, la de promover un estilo de trabajo que pondere el pensamiento colectivo, el análisis integral y crítico, y la voluntad de formular y de resolver sin lamentaciones.
Como educadores, afirmó, nos debemos al pueblo, y eso entraña una permanente vigilancia y uso de todas las herramientas que nos pueden alertar cuándo algo está faltando. El espíritu, resumió, debe ser de facilitar, de gestionar desde la humildad y la amabilidad, porque ello nos hace más profesionales y le añade al ejercicio formador un sello de calidad y de calidez humana que nos distingue.
APRENDER, CREANDO Y PARTICIPANDO
Al iniciar el encuentro, la rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, Milda Lesbia Díaz Masip, informó sobre los principales resultados del curso pasado, entre los cuales figuran:
Mayor integración de las acciones para fortalecer la preparación ideopolítica de profesores y alumnos.
Fortalecimiento de la formación doctoral, con 80 nuevos doctores.
Activa participación de docentes en las tareas del III Perfeccionamiento y en la comisiones y planes del Ministerio de Educación.
Diversificación de convenios de colaboración.
De igual forma, hizo hincapié en las prioridades para el nuevo curso, las cuales se orientan, de modo general, a elevar el ingreso y la retención, a la atención a la práctica preprofesional, y al fortalecimiento del trabajo político-ideológico, así como a dar seguimiento a la labor docente y científico-metodológica, a la informatización de procesos y a la generación de contenidos, unidos a la eficiencia en el uso del presupuesto.
LLEVAR A LAS AULAS LA EXCELENCIA
La convocatoria del Presidente a «pensar como país» requiere de mejores seres humanos y eso supone fortalecer la preparación político-ideológica y la formación ciudadana, advirtió Dagoberto Hevia, al frente de la filial universitaria de Boyeros; mientras la doctora en Ciencias Nancy Chacón, destacó la importancia concedida a la educación ética y profesional.
El doctor Aurelio Quintana abundó en la enseñanza de la Matemática, basada en la formulación y resolución de problemas, la introducción de la estadística desde la enseñanza primaria, la sistematización de conocimientos y la utilización, como parte del empleo de las tecnologías, del asistente matemático GeoGebra, el cual permite la solución de ejercicios de aritmética, geometría, álgebra…
Asimismo, varias intervenciones enfatizaron en la importancia de la lectura y la escritura. Que el profesional de la Educación, sea cual sea su asignatura, tiene que ser modelo en estas áreas, fue otra valoración compartida.
La Historia también generó debate. Enrique Lamas habló sobre la impartición de la Historia de la Resistencia y la Emancipación, campos poco abordados; el trabajo en red con la empresa Cinesoft; la actualización de los contenidos mediante la introducción de todo lo relacionado con el Oriente Medio; así como el desarrollo de un nuevo libro de texto sobre Historia Contemporánea.
El desmontaje, desde la enseñanza actualizada y creativa, de las mentiras históricas, y el abordaje profundo de pasajes de la Historia de Cuba menos conocidos, como la lucha contra bandidos, por ejemplo, también se incluyen entre las propuestas novedosas para perfeccionar la Educación en todos sus órdenes.
SIN RENUNCIAR A NUESTROS PRINCIPIOS PODEMOS RESISTIR Y FORTALECERNOS
Sobre los retos de la labor pedagógica educativa y los modos de perfeccionarla, teniendo en cuenta que «es ahí donde se forma el futuro», dialogó este viernes Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, con profesores de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.
«Ha sido un debate aportador, inteligente, estimulante. Ahora hay que darle seguimiento y sistematizar encuentros de trabajo», subrayó el mandatario, acompañado por el miembro del Buró Político Roberto Morales Ojeda, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; y Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la capital; así como por los titulares de Educación y Educación Superior, Ena Elsa Velázquez Cobiella y José Ramón Saborido Loidi, respectivamente.
Estuvieron presentes, además, Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas; José Ángel Fernández, presidente de la FEU, y Milda Lesbia Díaz Masip, rectora de la institución docente, la cual celebra 55 años de fundada.
«Tenemos que innovar, tenemos que lograr que el tema del conocimiento esté más presente en el debate social», aseguró Díaz-Canel, al tiempo que enfatizó en la necesidad de «lograr en nuestra sociedad y en la formación de docentes y estudiantes un impacto mayor y más ágil de los resultados de investigación».
Darle continuidad al legado de Fidel Castro sobre la Educación y al modo en que deben conducirse los procesos formativos en la Revolución, fue otra de las orientaciones del mandatario.
Y para hablar de formación de maestros, dijo, resulta indispensable tomar en cuenta el contexto internacional. Por ello, en sus palabras denunció la intención hegemónica imperial de destruir las identidades de los pueblos para sistematizar su cultura de dominación.
Como parte de ese complejo entramado, apuntó, el imperialismo norteamericano ha reforzado su agresividad contra los procesos revolucionarios del área de América Latina y el Caribe, particularmente contra Venezuela. Sin embargo, consideró el Presidente cubano, su estrategia contra la Revolución Bolivariana ha fracasado y para justificar sus desaciertos han tratado de responsabilizar a Cuba, de cara a la opinión pública internacional.
Esa falacia la han usado, al decir de Díaz-Canel, como pretexto para recrudecer el bloqueo económico, la persecución financiera y la aplicación de la Ley Helms-Burton, lo cual se traduce, en estos momentos, en impedir la llegada de combustible al país.
No obstante, reiteró, «hemos superado esta primera etapa con el mínimo de afectaciones, a partir de todas las medidas de ahorro y ajuste adoptadas», y hemos demostrado que «sin renunciar a nuestros principios podemos resistir y fortalecernos».
(Tomado de Granma)
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