En los primeros 17 días de septiembre han ocurrido igual cantidad de expulsiones o indisciplinas en la actual Serie Nacional de Béisbol. Si sumamos las cinco del mes de agosto, la actual campaña va por 22 nombres que han sido literalmente sancionados, entre ellos cinco directores de equipos. Cuando resta un tercio para que finalice la primera vuelta la señal parece clara: profesionalidad de todas las partes.
¿Por qué se disparan los nervios? ¿Son solo equivocaciones arbitrales las que ha engordado ese número en comparación a igual período de la temporada anterior? ¿La rivalidad exacerbada siempre debe terminar con pelotazos tirados intencionalmente? ¿Dos expulsiones por bates adulterados? ¿Hasta qué punto fue una exageración botar al recogedor de pelota del Estadio Latinoamericano? ¿Las multas monetarias se están aplicando cuando ocurren estos hechos?
Once de los 16 equipos han tenido al menos un hombre en esa llamada “lista negra”, de la que solo escapan hasta la fecha Camagüey, Matanzas, Las Tunas, Villa Clara y Granma. A integrantes de los Gallos de Sancti Spíritus y los Cazadores de Artemisa son los que más veces los árbitros han “mandado a las duchas fuera del estadio” con cuatro; mientras los mentores de Pinar del Río, Santiago de Cuba, Ciego de Ávila y los mencionados espirituanos y artemiseños han también tomado el mismo camino.
Si bien es cierto que la pelota no se hizo para señoritas, como reza un viejo refrán, tampoco es comprensible que la mayoría de las expulsiones sean ante protestas por desacuerdos con decisiones arbitrales, pues ningún pelotero ni sus entrenadores están para juzgar constantemente a los hombres de negro. Ser profesional implica no discutir un strike cuando tienes tres para batear o reclamar jugadas de apreciación no contempladas en la revisión del video cuando existe televisión.
Del otro lado hay que llamar también a los imparciales a no apurarse en sus decisiones, colocarse en los ángulos correctos y superarse cada día, pues en siete de los ocho encuentro no hay posibilidades de desafiar la jugada (acudir al replay) y entonces los ánimos se alteran ante evidentes errores que puedan cometerse y hasta definir encuentros o clasificaciones.
Por supuesto, tampoco aprobamos la trampa de los bates ilegales, lo cual es una tendencia peligrosa que aflora a diferencia de otros tiempos. Y para ser sinceros también, en todas las épocas los lanzadores han reconocido que han propinado pelotazos por desquites o con intencionalidad, pero hasta para eso hay que ser profesional, pues pocas veces vimos a Braudilio Vinent, Norge Luis Vera o Pedro Luis Lazo, por citar tres ejemplos, ser expulsados por esas acciones.
Para más sabor al tema, en la primera subserie del Latinoamericano, el primer expulsado del campeonato no fue un jugador, sino Camilo Rodríguez, recogedor de pelotas por más de 20 años, tras cruzar algunas palabras en el tercer inning con el oficial del home. Ahí falto tacto, cordura y madurez porque el espectáculo no se puede comprometer de esa manera y jamás el árbitro debe robarse el protagonismo del mismo como sucedió en esa jornada al registrar un hecho inédito casi en el béisbol mundial.
Con respecto al monto monetario que años atrás se aplicó ante una expulsión (simbólico por demás porque a muchos peloteros expulsados nunca se les descontó nada), el presente Reglamento de la Serie no contempla nada al respecto. Sin querer copiar al pie de la letra de otras ligas o certámenes profesionales, las multas existen incluso en eventos internacionales y aunque no son las que frenarán las expulsiones ni las indisciplinas, al menos las amortiguan y cumplen un papel educador.
Cuando resta un tercio de esta primera vuelta y luego enfrentaremos una segunda etapa de seis equipos, se impone seguir jugando fuerte y agresivo sin que sea proporcional a discusiones constantes o faltas de respeto entre jugadores o con los árbitros. El mes de septiembre ha estado caliente no solo en busca de la clasificación entre los ocho primeros, sino también en cuanto a expulsiones. La alerta y la persuasión valen tanto ahora como un jonrón.
Lista de expulsados o sancionados por indisciplinas hasta el 17/09/2019:
17 Septiembre: Eriberto Rosales, director de Santiago de Cuba, por actitud antideportiva.
16 Septiembre: Alfonso Urquiola director de Pinar del Río, y el lanzador Frank Luis Medina por actitud antideportiva.
13 Septiembre: Luis M. Vázquez Sánchez, lanzador de Mayabeque, por tirar pelotazo
12 Septiembre: José Raúl Delgado, director de Sancti Spíritus, y el receptor Luis A. Meneses por actitud antideportiva. Además, el lanzador
José Luís Braña por tirar pelotazo.
9 Septiembre: Vladimír García, lanzador de Ciego de Ávila, por acto de indisciplina y maltrato social en el estadio Cándido González
5 Septiembre: Yoandry Baguet Luis, bateador de Sancti Spíritus, por bate adulterado o ilegal.
4 Septiembre: Roger Machado, director de Ciego de Ávila, por actitud antideportiva.
3 Septiembre: Fenicio García, entrenador de Holguín, por actitud antideportiva. Además, Reynier Ramos, lanzador de Artemisa, por actitud antideportiva.
1 Septiembre: Yordanis Samón, bateador de Industriales, por actitud antideportiva; Jorge Gallardo, entrenador del Pinar del Río, por actitud antideportiva; Manuel Vigoa, director de Artemisa; Raicel Quintana, entrenador de Artemisa, y Dayán García, jugador de Artemisa, todos por actitud antideportiva.
23 Agosto: Dayron Echevarria, jugador de Guantánamo, por conectar con bate adulterado o ilegal. Además, Juan M. Serrano, jugador de Cienfuegos, por actitud antideportiva.
19 Agosto: Eliseo Rojas Castellanos, jugador de Isla de la Juventud, por actitud antideportiva.
11 Agosto: Yunior Paumier, jugador de Holguín, por actitud antideportiva. Además, Camilo Rodríguez, recogedor de pelotas del estadio Latinoamericano, por desobediencia al Árbitro.
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