El bloqueo es una política que no tiene sentido, sobre todo entre vecinos, pues debía existir el comercio expedito que proporciona la cercanía. Los miembros de la Coalición Agrícola de Estados Unidos-Cuba pensamos que debemos poder trabajar en un ambiente sin sanciones de ningún tipo, sin restricciones.
Así expresó Philip Peters, representante de Focus Cuba, consultoría empresarial para negocios en la isla, uno de los organizadores de la II Conferencia Empresarial Estados Unidos-Cuba, que durante tres días sesionó en La Habana para dar continuidad a los trabajos iniciados en noviembre de 2018.
Nosotros trabajamos desde 1995 en este objetivo, promoviendo las relaciones comerciales y políticas entre los dos países, y “tengo el privilegio de organizar esta conferencia, junto con Paul Johnson”.
Por 20 años hemos tenido la posibilidad de exportar productos agrícolas a Cuba y estamos buscando maneras, y hay algunos proyectos para ampliar la relación, para que no sea únicamente de exportaciones sino de proyectos de colaboración para la producción en Cuba.
Al inaugurar este segundo encuentro en Cuba, Johnson reconoció los tiempos difíciles en que transitan los nexos entre Estados Unidos y la isla, a pesar de lo cual siente optimismo con la labor desplegada para mejorar esos vínculos.
En la reunión participaron los miembros de la coalición agrícola de Estados Unidos para Cuba, que son más de cien miembros de empresas, organizaciones, gremios que se interesan por estrechar los vínculos y desarrollar vías de comercio y colaboración entre la agricultura nuestra y la de Cuba, dijo Philip Peters.
Rememoró que en la primera conferencia tuvieron la oportunidad de intercambiar con funcionarios, empresas cubanas, agricultores en el campo, investigadores y dirigentes de empresas para explorar vías de colaboración y posible comercio.
Philip Peters elogió los proyectos y productos de la biotecnología cubana, dados a conocer por directivos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), específicamente de la vacuna contra la garrapata, en prueba en Estados Unidos, “y tenemos la intención de buscar otras oportunidades”.
También promovemos el intercambio científico, y si ahora trajimos a empresarios, antes hemos venido con científicos y políticos para explotar las posibilidades, esa es nuestra meta y creemos en el beneficio de ambas naciones.
La perspectiva de los frijoles
Ellen Levinson, del Consejo de Frijoles, explicó que sus agricultores no solo producen granos, sino una amplia gana de otros renglones y también apoyamos plenamente el comercio libre en la agricultura.
En declaraciones a Trabajadores resaltó la importancia de la colaboración en el control de plagas y enfermedades, pues estando tan cerca debemos trabajar por prevenir los posibles focos y su erradicación, una vez que entren a alguno de las dos geografías.
Para la también representante de la industria del frijol seco de Estados Unidos, “lo más impresionante fue ver lo duro que trabajan los agricultores cubanos que hemos visitado, el esfuerzo que hacen con la escasez de recursos para lograr los resultados. Con un clima muy fuerte, con elevadas temperaturas y bajo un fuerte sol”.
El segundo día de la II Conferencia Empresarial Estados Unidos-Cuba, los visitantes recorrieron las plantaciones de la cooperativa de producción agropecuaria Antero Regalado, de Güira de Melena, y los sembradíos de un productor.
En ambos sitios intercambiaron con los campesinos, quienes explicaron cómo enfrentan las carencias de productos químicos con el uso de bioplaguidas y biofertilizantes, la calidad de la semilla que emplean en sus cultivos y los resultados productivos y económicos. Conversaron fraternalmente e intercambiaron opiniones. Los miembros de la coalición quedaron impactados.
Ellen y Philip apuntaron: “hemos notado que Cuba tiene mucho que ofrecer en la genética y la agricultura, para colaborar en el control de varias enfermedades”, y destacaron el posible intercambio de semillas para refrescar la producción de frijoles.
Juan José León, especialista de Relaciones Internacionales del Ministerio de la Agricultura, consideró que fue valiosa la reunión, porque además de que los empresarios agrícolas norteamericanos tuvieron las posibilidades de visibilizar los posibles negocios que hay en la agricultura, también intercambiaron con el CIGB, donde despertó interés, además, la vacuna que ellos que obtienen contra la fiebre porcina clásica.
Esa enfermedad está extendida por el mundo y no hay vacunas eficaces para combatirla, por lo que podría revolucionar su producción.
Una de las mejores perspectivas, afirmó Juan José, está en manos de la asociación de frijoleros, quienes volverán con una delegación integrada por sus productores para explorar las posibilidades con las semillas, intercambiar con las universidades. “Cuba también precisa refrescar las simientes de frijoles.”, acotó.
“Hay que seguir intercambiando con ellos, con optimismo, porque Trump pasará como un rasguño en la historia; los pueblos deben seguir”, afirmó el funcionario del Minag.
La política del presidente Trump respecto a Cuba y los cubanos, tiene un carácter genocida.Es una política fallida la que aplica con restricciones a otras naciones también. Las sanciones económicas contra otras naciones afectan siempre a los pueblos, a los seres humanos. En el mundo deberían prevalecer las relaciones fraternales y de cooperación entre todas las naciones, de igual a igual, con respeto absoluto a las formas de democracias que los pueblos decidan escoger para vivir.Entre los pueblos de Estados Unidos y Cuba debía prevalecer una política de cooperación en todas las esferas de la vida. Esta que proponen los agricultores norteamericanos y ratificacaron en septiembre de 2019 en visita a La Habana, resultaría mutuamente ventajosa para ambas naciones. ¿Que hace falta?, volar el bloque en mil pedazos y mandar la Ley Helms-Burton y Torricheli al basurero de la historia. Así los seres humanos seríamos más felices.