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Lefont: ¡otro récord y mucha felicidad! (+Fotos)

La piscina del Hotel Nacional de Cuba tuvo bien temprano este sábado 14 de septiembre un cliente especial: el recordista mundial de dominio del balón, Jhoen Lefont. Su aspiración era batir una de sus marcas que, por más fácil que les parezca a quienes nunca lo han intentado, es paradójicamente una de las más complejas para él por la preparación y concentración que hay que tener.

Foto: José Meriño/ Prensa Latina

Vestido con su acostumbrado traje rojo y azul, el conocido delfín matancero se ubicó sobre los tres metros de profundidad en la alberca capitalina y puso el balón de fútbol en su cabeza para sostenerlo sin poner sus pies en el fondo, solo flotando con manos y pies. Viento en calma, poco sol y todos los jueces acreditados era el escenario previsto.

Tras el silbato de los árbitros encargados de homologar la marca, la tensión comenzó entre familiares, entrenadores y amigos. Indicaciones precisas y un equipo de aseguramiento muy profesional fueron suficientes para asegurar el objetivo propuesto. Tras quedar atrás la marca anterior impuesta por él mismo (15 minutos y 12 segundos), el aliento creció hasta que en 19 minutos, tres segundos y 25 milésimas de segundos quedó fijado el récord del orbe, el cual debe quedar validado en unos meses en el libro Guinness, tras analizar todas las evidencias fílmicas y documentales.

Foto: José Meriño/ Prensa Latina

Todavía empapado de agua y esfuerzo, y en medio de abrazos y felicitaciones, Lefont explicó con serenidad por qué tanta contentura, así como adelantó otras metas que tiene reservadas para el cierre del 2019 y el 2020, años muy especiales en su carrera por la madurez que ha alcanzado y los récords que piensa romper.

“Este récord es muy difícil porque mantener el dominio del balón en el agua por tanto tiempo lleva mucha concentración. Hoy el viento me ayudó muchísimo, a pesar de que el tiempo en estos días no había estado muy bueno. Estaba un poco preocupado, pero salió el objetivo.

“Además, estoy muy contento, porque a inicios de año estaba listo para hacerlo, pero por algunas situaciones que se presentaron: primero el tornado en la capital, luego una lesión en la cervical y después los Juegos Panamericanos, se fue posponiendo la fecha, hasta que se pudo ahora en septiembre tras una larga recuperación física en el mes de agosto.

“Debo agradecer a mi entrenador, a mi familia, al fisoterapeuta que me atendió, a los amigos del Acuario Nacional y a los subcampeones en fotografías acuáticas, quienes siempre me apoyan con evidencias que son bien importantes para que pueda ser homologado el récord”, reconoció el yumurino, que contó también este día con el apoyo y presencia del pelotero Carlos Tabares, campeón olímpico y mundial.

Foto: José Meriño/ Prensa Latina

“Para finales de año, en el marco de los 500 años de La Habana, pienso realizar el récord de distancia con balón. El año pasado impuse 325 metros nadando con el balón estático en la cabeza en saludos al aniversario 325 de la ciudad de Matanzas y voy a prepararme para alargarlo hasta los 500 metros.

“Y ya en el 2020, un año significativo, espero en esta misma modalidad que hice hoy superar los 20 minutos e intentar la marca de más toques al balón en una piscina con lastre constante de 15 kilogramos, que es de 99 toques. Es muy compleja la preparación, pero quiero vencerlo”.

Cuando los turistas del Hotel Nacional llegaron a la piscina casi ninguno sabía que entrarían al agua fresca tras un acontecimiento universal. Lefont recogió su pelota, complació a algunos con fotos y autógrafos. Su grandeza también está en eso: ser un recordista al que solo se le sube a la cabeza la fama de un balón.

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