En Santiago de Cuba, seguridad en el presente y confianza en el futuro

Ailén López Joa es una cubana feliz. Razones le sobran para la alegría cotidiana; la más importante de ellas es saber que el  bebé que crece en su vientre está sano y robusto.

Con absoluta certeza esta joven santiaguera dice que “nada ni nadie impedirá que abandone la seguridad en el presente y la confianza en el futuro, por muy difíciles que sean los tiempos.

“Escuchar hablar a nuestro Presidente nos eleva las fuerzas para seguir adelante. No son estos los momentos más complejos que hemos tenido en el país. De los anteriores salimos airosos y fortalecidos; estos no serán menos, y ya fue explicado que es una situación temporal.

“Por eso sigo soñando con la prosperidad que quiero para mi familia. Estoy segura de que junto a mi esposo criaré a mi hijo en un país que, sin renunciar a su soberanía, sin permitir chantajes o presiones, saldrá adelante con el aporte de todos los que en él vivimos, poniendo por delante la creatividad, el ingenio y el intelecto, con la unidad, la solidaridad y la ayuda mutua como fortalezas de presente y futuro”.

El mismo sentimiento anima al doctor Humberto Gómez, prestigioso médico santiaguero, internacionalista y presidente de la Sociedad de Ginecobstetricia en esta suroriental provincia.

“Este es un pueblo con preparación y fortaleza para enfrentar contingencias diversas.

“Ahora estamos marcados por una situación energética muy tensa, como consecuencia del recrudecimiento del bloqueo, pero ya lo ha dicho el compañero Miguel Díaz-Canel, estamos en condiciones de superar esta crisis, levantarnos, e incluso crecer en el orden económico manteniendo los niveles fijados en el producto interno bruto al cierre del año. “Pero no es solo que él lo diga, es que los que vivimos en Cuba estamos dispuestos a luchar, a no quedarnos de brazos cruzados para que así sea.

“Eso es lo que nos toca, cada cual desde su puesto de trabajo haciendo por una nación mejor, con un pensamiento de país. Así nadie podrá rendirnos, ni quitarnos el sueño, o la alegría, y mucho menos la esperanza”.

Tomás Guibert, un guajiro de monte adentro, donde el canto del sinsonte y el correr del río se escuchan alto y claro, comparte el sentir del doctor Humberto Gómez.

Con sus 70 años a cuestas Tomás sabe del valor de la vida, de esa que goza en su terruño natal de Paraíso, en el municipio de San Luis, de esa que fue otra a partir de 1959 y hasta hoy.

Por eso Tomás aquilata con hondura las palabras de nuestro presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y las medidas por él anunciadas este 11 de septiembre para enfrentar la coyuntural situación energética que vive el país.

“Fue bueno que hablara, así se acaban las “bolas” (rumores), y fue bueno escucharlo con el optimismo que se dirigió a su pueblo. Ahora estamos bien informados y lo que nos queda es responder a lo que nos pidió: unidad, resistencia, fe en la victoria, creatividad, ayuda mutua, solidaridad.

“Esto por lo que pasamos ahora es temporal, él lo dijo, pero no es nuevo, hemos tenido momentos mucho más difíciles en Cuba y hemos salido adelante; ahora no será menos.

“Por suerte he visto una buena reacción en el pueblo, apoyando lo que dijo nuestro dirigente, y en especial en los choferes de carros estatales que andan por las calles.

“Así es como se hace, que no crean los señores imperialistas yanquis que nos van a derrotar, que nos van a llevar a renunciar a nuestras conquistas y dejar de ser fiel a nuestra historia, eso no lo lograrán y una vez más, nos apegamos al Sí se puede que siempre dice el General de Ejército Raúl Castro Ruz y el Aquí no se rinde nadie, del Comandante Juan Almeida”.

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