Por: Jorge Pérez Cruz
“Este taller se pasó dos meses paralizado después del sabotaje eléctrico (febrero-marzo), pero nunca renunciamos a continuar prestando servicios que son vitales e imprescindibles en el Proyecto Salud Visual, que forma parte del convenio de colaboración Cuba-Venezuela.”
El técnico en Optometría y Óptica Lenier Martínez González, jefe del Laboratorio de Tallado de Lentes Oftalmológicos, hace el relato en la reanimada instalación ubicada en el Distrito Capital (Caracas), el único con que cuenta la colaboración cubana en esta hermana nación para atender la demanda de las 330 ópticas diseminadas en todo el país.
Lenier cuenta que después de tres meses de labor en jornadas de solo cinco horas utilizando un grupo electrógeno finalmente instalaron un transformador “pues los equipos tecnológicos son altos consumidores” y lograron estabilizar el voltaje y la producción que ronda el tallado de unos 120 lentes diariamente.
El laboratorio por dentro
Orden, optimismo, disciplina e higiene en todo el entorno laboral caracterizan este centro, donde se desempeñan ocho trabajadores, incluida una mujer, todos con certificada y reconocida preparación técnica y profesional formada por academias cubanas que ahora ponen al servicio de las personas más desfavorecidas.
Con sus saberes ellos dan batalla contra las limitaciones materiales generadas por el bloqueo económico de Estados Unidos a la Patria de Bolívar, y buscan alternativas para atender la demanda de estos medios que resuelven problemas muy vinculados con la calidad de vida de las personas.
“Nosotros, dice Lenier, aquí tallamos las fórmulas inexistentes en las ópticas, a las cuales llegan muchos espejuelos con graduaciones definidas y entonces nosotros asumimos las de mayor complejidad.”
Él enfatiza que en los últimos meses el flujo productivo ha tenido afectaciones generadas por las limitaciones de recursos que causan las medidas del gobierno norteamericano contra Cuba y Venezuela, pues “es difícil disponer de estos insumos que requieren de altas sumas de dinero. Son muy costosos y esa política obstaculizan su adquisición”.
Lentes y bloqueo…
“Este proyecto es fruto de las ideas humanistas de Fidel y Chávez”, recuerda el granmense Yaudel Yero Martínez, asesor nacional de Optometría y Óptica de la Misión Médica de Cuba en Venezuela, y cuenta que surgió para complementar la Campaña de Alfabetización y el empleo del método Yo sí puedo, “porque los problemas de visión constituían un freno ya que, generalmente, las personas después de los 40 años de edad tienen dificultades”, sostiene.
“Y el bloqueo de los Estados Unidos contra nuestros dos países impacta negativamente este proyecto”, reitera y da argumentos irrefutables: “En los 8 meses transcurridos del presente año han sido consultados unos 2 millones 500 mil pacientes y, aunque todos lo necesitan y el Gobierno tiene el interés de resolver el problema, más de un millón de ellos no han recibido los espejuelos requeridos”.
Remarca que tanto las consultas como la entrega de los lentes son gratuitas y están dirigidas a los segmentos poblacionales más desfavorecidos por la difícil situación económica que atraviesa esta nación agravada actualmente por las medidas unilaterales de Trump que despojan al gobierno constitucional encabezado por Nicolás Maduro Moro de recursos financieros imprescindibles para dar continuidad a los programas sociales que liderea.
Refiere que en oportunidades no se dispone del financiamiento y cuando cuentan con él aparecen las trabas a las transacciones comerciales impuestas por el bloqueo y entonces los bancos se niegan a hacer las transferencias, y también el trasiego es un problema, porque impiden que los buques arriben a puertos venezolanos y hasta a los cubanos, se buscan alternativas y eso encarece enormemente los costos”.
Los resultados validan la utilidad de esta colaboración: “Ya suman más de 64 millones de pacientes atendidos y sobrepasan los 46 millones de espejuelos entregados gratuitamente, incluida la atención integral de los necesitados, como todos los servicios que brinda la Misión Barrio Adentro 1”, refiere Yero.
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