El incumplimiento durante varios años del plan de inversiones en el país, constituye hoy un asunto de máxima prioridad en los análisis del movimiento sindical cubano, ya que el motivo de las inejecuciones o atrasos va más allá de la falta de recursos materiales y financieros o de un inadecuado estudio de factibilidad económica de las obras.
Además de esas causas influye el factor humano. «El personal que construye debe estar motivado, comprometido y atendido», subrayó Milagro de la Caridad Pérez Caballero, miembro del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, en una reunión con dirigentes de esta organización y de sus sindicatos en Ciego de Ávila, en la cual se conoció que no prima en cada lugar una información oportuna y sistemática sobre la marcha de las construcciones por parte de las direcciones administrativas a los colectivos laborales.
Otra arista del asunto es la necesidad de crear mejores condiciones de seguridad y salud en el trabajo. Al respecto, Milagro hizo hincapié en el protagonismo sindical respecto a la exigencia para que los obreros cuenten con la ropa de trabajo, el peto para soldar, las botas con el casquillo protector. «Aspectos estos a valorar desde los cimientos en cada inversión», enfatizó la sindicalista.
Tal evaluación se realizó tras conocerse los resultados de varias comisiones de trabajo que visitaron un grupo de instalaciones en fase de construcción, de un total de 148 en el programa inversionista del territorio avileño, de ellas 25 son de mayor impacto en los sectores azucarero, agropecuario, energético, industrial y el turismo.
Se encuentran entre las obras la bioeléctrica y las acciones de modernización del central azucarero, ambas en el municipio de Ciro Redondo; la ampliación de capacidades productivas y el mejoramiento tecnológico en la destilería Enrique Varona, en Chambas; y las construcciones de hoteles en los cayos Guillermo y Paredón Grande, en el destino turístico Jardines del Rey.
En la reunión, presidida también por Hértor Benítez Mora, secretario general del Comité Provincial de la CTC, María del Carmen García, máxima representante del Sindicado de Hotelería y Turismo en el territorio avileño, dijo que se creó la brigada Elpidio Sosa, por la importancia que revisten los mantenimientos constructivos planificados, con vistas a reducir la cantidad de habitaciones fuera de orden o no comercializadas por su tiempo de explotación en el polo turístico de la provincia.
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