A más de 90 metros sobre el nivel del Prado habanero, especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad develaron este viernes 30 de agosto la cúpula del Capitolio Nacional de Cuba luego de seis años de obras, oculta de los ojos de la ciudad.
La convocatoria reunió a la prensa nacional y extranjera a los pies de la Escalinata, donde el Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Eusebio Leal Spengler ofreció detalles sobre el proceso de restauración y la próxima inauguración oficial de la cúpula, la linterna y el centellador.
El Doctor Leal Spengler comenzó su intervención afirmando el cuidadoso trabajo de restauración al que tuvo que someterse la cúpula: “Primero, de carácter estructural y después de carácter restaurativo, en lo que se refiere tanto a la linterna superior con su aguja, como a todos los nervios pétreos de la cúpula y también a la implantación de las planchas de cobre que sustituyen aquellas que estaban dañadas por casi un siglo de intemperie, rayos y otros efectos dañinos. Posteriormente se ha vuelto a trabajar en ella con las láminas de oro, tal como fue concebida originalmente y aparece en todas las fotos de aquella época”.
En declaraciones a Habana Radio, Mariela Mulet Hernández, jefa del Grupo de Inversiones Prado, de la Unidad Presupuestada Inversionista de la OHC, expresó que los trabajos en esa área “comenzaron en el año 2013 cuando fue cubierta por primera vez para realizar un diagnóstico estructural”. Las acciones incluyeron la demolición total de la linterna y su reconstrucción tal cual la original, así como la intervención interior y exterior del domo de hormigón. Este último, el proceso más complejo por el grado de deterioro de los 16 pétalos o nervios de piedra que lo conforman y que hoy lucen brillantes gracias a un enchapado con pan de oro realizado por expertos de la Federación Rusa.
El Historiador recalcó que esto no representa un acto inaugural, pues la inauguración oficial tendrá lugar en una fecha próxima que será anunciada entre los meses de octubre y noviembre. En esa oportunidad – aseveró – se honrará a los que han trabajado en la cúpula, a los arquitectos, a los ingenieros y a los expertos de la Federación Rusa que laboraron en un arte que conocen como pocos: “el de dorar metales como en las antiguas iglesias y catedrales de toda la Rusia Santa”.
En las obras participan jóvenes graduados de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, obreros de la Empresa Constructora Puerto Carenas y TCP contratados por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. La colaboración rusa y el intercambio de expertos incluyó la colocación de las láminas bañadas en pan de oro en la cima del emblemático edificio, así como la realización de un proceso similar en la Estatua de la República, inaugurada en la visita reciente a Cuba del canciller de ese país, Serguéi Lavrov.
¿Por qué cubrir durante tanto tiempo? La explicación es muy sencilla: las lonas ayudan para las estrictas medidas de seguridad de los que trabajan; además, protegen a los trabajadores del deslumbramiento de las planchas de metal y el oro y también propician un clima ideal para el trabajo – por ejemplo, es importante que no llueva sobre la obra que se está realizando.
En un primer instante se van a poder observar los seis primeros pétalos de la cúpula, en la zona de la fachada, aseveró Leal. “En el resto del día, ya conocida la noticia, irán descendiendo los otros y cuando se produzca el acto inaugural próximamente, y al cual asistirán personalidades del país, entonces se iluminará la linterna con un centellador como fue originalmente; un rayo de luz que, junto al faro del Morro, fue un símbolo de La Habana de todos los tiempos”, afirmó.
Para Leal, el acto de hoy busca llenar la expectativa del pueblo de La Habana, “personas que han estado siempre pendientes de lo que sucede arriba, en el punto más alto del Capitolio, y quieren saber qué sucede debajo de esa telas”. Es un paso más en la finalización de la obra de restauración más importante de la actual década, en el año en que se conmemora el 500 aniversario de la fundación de la ciudad.
Antes de finalizar, el Historiador extendió gratitudes a los presentes, a los que han trabajado especialmente en esta magna obra del Capitolio, y una muy especial al General de Ejército Raúl Castro, que siempre tomó todas las determinaciones para la restauración de este monumento nacional de la República de Cuba.
En declaraciones a la prensa, expresó que esta gran restauración del Capitolio honra el cuidado que Cuba ha tenido siempre por su patrimonio cultural. Además, aseveró que cuando se concluya en noviembre la obra no será una conclusión definitiva, sino un comienzo “porque todo el rescate de nuestro patrimonio siempre debe ser un principio”.
(Tomado de Habana Radio)
