La suspensión, anunciada la víspera con el beneplácito de la reina Isabel II, se extenderá del 9 de septiembre al 14 de octubre próximos, mientras que Londres tiene programado abandonar la Unión Europea (UE) el 31 de octubre.
Según Johnson, a pesar de las cinco semanas de receso, los parlamentarios tendrán tiempo suficiente para debatir sobre el Brexit antes de la fecha prevista para la ruptura, pero sus detractores le reclaman que la movida tiene como objetivo allanar el camino para una salida sin acuerdo.
En consecuencia, las protestas no se hicieron esperar en varias partes del país, incluida esta capital, donde centenares de personas se congregaron anoche frente a la sede del Parlamento para denunciar ‘el golpe de Estado’.
La manifestación se trasladó luego a la cercana calle Downing, residencia oficial del Primer Ministro, y según anunciaron los propios manifestantes, eso fue solo el comienzo de lo que se avecina para los próximos días.
Mientras tanto, una petición online hecha ayer contra la suspensión del Parlamento acumula este jueves más de un millón 200 mil de firmas, menos de 24 horas después de ser colgada en la página oficial del Gobierno.
De acuerdo con las normas, el Ejecutivo debe responder a cualquier reclamo que sobrepase las 10 mil rúbricas, mientras que el poder legislativo interviene cuando son más de 100 mil.
La oposición política en el Parlamento, encabezada por el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, busca, por su parte, las vías para tratar de frenar a Johnson, a pesar del corto espacio de tiempo del que disponen.
Corbyn, quien acusó al Primer Ministro de haber avasallado la democracia británica, prometió hacer todo lo posible para impedir que el Reino Unido abandone la UE sin un acuerdo.
Es un insulto y una amenaza a nuestra democracia, sentenció Corbyn, quien retó al jefe del gobierno conservador a someter sus planes para el Brexit al escrutinio público, a través de unas elecciones generales o en un nuevo referendo.
La jefa del Partido Liberal Demócrata, Jo Swinson, también escribió a la reina para expresar su desacuerdo con la jugada de Johnson, por considerarla antidemocrática.
Estamos en un momento crucial de la historia de nuestro país, y nuestro primer ministro intenta de forma arrogante imponernos un Brexit sin acuerdo, contra la voluntad democrática, aseveró.
De su lado, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, lo consideró un ultraje constitucional, al tiempo que otros diputados, políticos locales y el público en general recurrieron a las redes sociales para expresar su indignación por la decisión de Johnson, a quien algunos tildaron de ‘dictadorzuelo’.
El influyente diario británico Financial Times publicó, por su parte, un extenso editorial en el que califica la suspensión del Parlamento como una afrenta a la democracia, al tiempo que insta a los legisladores a aprobar un voto de censura contra el gobierno, y dar paso a unas elecciones generales.
El terremoto político desatado por Johnson también afectó al gobernante Partido Conservador, con la renuncia de la jefa de esa organización en Escocia, Ruth Davidson.
Según analistas, la decisión podría costarle al menos una docena de asientos a los Tories en caso de adelantarse los comicios.
(Tomado de PL)