Existe una adivinanza muy conocida y fácil de descifrar: oro parece; plata no es, que podría parafrasearse en el caso del reciclaje diciendo: basura parece, plata… puede ser.
Y es que para Cuba la reutilización de los desechos son de gran valor, no solo porque ayuda a la descontaminación del medio ambiente, sino porque contribuye a potenciar programas priorizados, es fuente de sustitución de importaciones y también de exportaciones.
Hace algún tiempo atrajo mi atención un titular de prensa que anunciaba: ¿Una casa de cristal? No se trataba de la materialización de la fantasía de un arquitecto, sino de la edificación de viviendas en Villa Clara, con materiales de construcción hechos a partir de vidrio molido, unido a una mezcla de cemento y papel reciclado, solución que también se aplica con buenos resultados en Pinar del Río.
Trituradoras de plástico en Cienfuegos y la Isla de la Juventud permiten fabricar nuevos productos como mangueras, codos y otros aditamentos para el uso eficiente y racional del agua y también para ser utilizados en la construcción.
Son algunos ejemplos concretos, entre muchos, de las posibilidades de aprovechamiento de lo que parecían desperdicios para volverlos a la vida útil, en beneficio de la economía y la sociedad.
En fecha tan lejana como 1961, el Che comprendió la importancia de esta práctica al crear la Empresa Consolidada de Recuperación de Materias Primas. Del 2 de enero de 1975 data la Ley 1288 de Reciclaje, que estableció la obligatoriedad de las entidades estatales de recoger los desechos de sus producciones y entregarlos para ser usados nuevamente, lo cual no siempre se ha cumplido; en el 2012 el Consejo de Ministros aprobó una política para incrementar el reciclaje de materias primas y este propósito está contenido también en el Lineamiento 193 de la Política Económica y Social del Partido.
En el pasado año el reciclaje aportó al país un ahorro de 152 millones de pesos por sustitución de importaciones y se alcanzaron por esta vía 32 millones por exportaciones. En este resultado ha estado presente la acción del movimiento sindical.
En diálogo con el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias, Arturo Rodríguez Font, este precisó que al tema se le dio gran importancia en los municipios y provincias durante el proceso orgánico hacia la II Conferencia Nacional del Sindicato, a efectuarse en septiembre y ocupará la atención de los participantes en sus sesiones finales como parte del esfuerzo por reducir importaciones, ya que esas materias primas están dentro del territorio nacional.
El sindicato, apuntó, ha desarrollado dos campañas emulativas, una destinada a la recuperación de chatarra ferrosa para la producción de palanquillas y barras corrugadas para varias inversiones que se realizan en el país y la vivienda; y la otra dirigida a la recuperación de papel gaceta, utilizable en la confección de bandejas de huevos y de papel higiénico.
También hay un fuerte movimiento que busca hacer conciencia desde el sindicato, en que los trabajadores de manera que estos puedan influir en la población en cuanto a la recuperación de frascos de vidrio para el programa de la medicina natural y tradicional. Otra esfera de trabajo ha sido el rescate de bidones y envases plásticos que puedan ser reutilizados debido a las limitaciones que han existido en la adquisición de las resinas para su producción.
A esta labor se ha sumado un número importante de trabajadores no estatales, recuperadores-vendedores de materias primas, afiliados al Sindicato de Industrias.
A manera de estímulo, el movimiento sindical ha entregado reconocimientos por la recuperación de chatarra, a cinco sindicatos nacionales y a igual número de comités provinciales de la CTC más destacados. Sin duda son pasos de avance pero mucho más se puede lograr.
Un empeño pendiente es el proyecto de tratamiento de residuos sólidos urbanos, lo cual requiere de la búsqueda de socios extranjeros que aporten los recursos financieros para la compra de equipamiento. Su puesta en práctica en los polos turísticos ha aumentado la recuperación en este sector.
Falta en la población cultura del reciclaje, con mayor divulgación sobre qué desechos se pueden aprovechar y para qué, con el propósito que los entreguen en las casas de compra existentes en todos los municipios del país. Estas han elevado los precios a los que adquieren algunos de estos materiales, lo que busca incentivar su entrega.
El papel de los trabajadores de todos los sectores, junto con la organización sindical, es fundamental para que sus empresas cumplan la Ley de Reciclaje. Con resortes emulativos y el chequeo permanente de esta importante tarea, la CTC y los sindicatos pueden convertirse en catalizadores de las acciones con el fin de que lo que basura parece, en plata se pueda convertir.