Lima.- La noticia es cierta y levantó casi los mismos comentarios que hemos escuchado desde que apareciera en el 2003 en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo con su primer gran título. Mijaín López es otra vez campeón de estas citas. Por quinta ocasión subió al colchón, no abusó de sus rivales y se impuso sin que le marcaran un punto. Sin embargo, en la Sala de Prensa un colega preguntó ante tal hazaña: ¿Y por qué lo quieren tanto?
Por supuesto, era la provocación periodística exacta para que le habláramos de sus tres coronas olímpicas, los cinco títulos mundiales y las decenas de triunfos internacionales que agrupa en su hoja de vida este pinareño.
Mijaín además es el luchador más grande que ha nacido en Cuba, es el deportista del siglo XXI en nuestro país y puede compararse con los inmensos y míticos del siglo XX: Teófilo Stevenson, Alberto Juantorena, Javier Sotomayor, Iván Pedroso o Ana Fidelia Quiros, por solo mencionar los más conocidos internacionalmente. Como si fuera poco, está a punto de ser el único deportista de combate con cuatro coronas olímpicas. Solo habrá que esperar 12 meses.
Los ojos del comunicador colombiano parecían, querían, denotaban hurgar más. Fue entonces cuando no encontramos una mejor definición. “Mijaín es fuerza, perseverancia, resistencia, alegría, inconformidad, lealtad, victoria. Pero es también un excelente amigo, hermano, padre e hijo. Mijaín es bromista, noble, inteligente, sencillo, sincero y bondadoso. Le gusta el ron cuando no compite y juega dominó con las mismas ganas que tira un suplex.
“Mijaín es bailador, amigo incondicional, crítico, soñador y también diputado, militante, revolucionario y fidelista. No anda con poses importadas y te suelta lo mismo una palabrota cuando la ocasión requiere que le regala una flor a su esposa cuando menos ella se lo espera. Es el hijo más querido del pueblo pinareño La Herradura, adonde vuelve una y otra vez porque ahí están sus raíces.
“Mijaín es un caballo, un gigante, el abanderado del deporte cubano desde el 2008 a todos los eventos deportivos, el más seguro en cualquier pronóstico, el más testarudo sobre el colchón, el ser humano que no es perfecto, sino ejemplo. Mijaín es Cuba, compadre. Y ahí encontrarás por qué lo queremos tanto”.