En el Parque de la Libertad de la ciudad de Matanzas, en el obelisco de José Martí, un trabajador recibirá una alta condecoración cubana. La honra le llegará este 13 de agosto, y la grandeza de la fecha estremece a José Luis Silva Menéndez.
“A cualquiera le encantaría recibir un honor tan grande el día del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro”, confiesa el ingeniero termoenergético a unas horas de que le sea entregado el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, el alto reconocimiento postergado en el tiempo.
“Estaba en La Habana listo para participar en el acto donde sería condecorado el 29 de abril pasado, cuando me llamaron para colaborar en el restablecimiento del vilmente afectado servicio eléctrico en el hermano pueblo de Venezuela, y allá partí…”, dice el hombre de 74 años, un internacionalista con muchísimas misiones.
“A mi edad se cree haberlo vivido todo y no es así. Dos infartos con sus correspondientes complicaciones me alejaron ocho meses de mi puesto de labor en el 2014. En el 2015 tuve que retirarme… Tres meses después comencé a sentirme mejor. Me invitaron a volver a la Empresa Eléctrica, consulté con mi médico Vidal… Y aquí estoy, con el corazón remendado, sintiéndome útil, sirviendo a la Revolución.
“En mi caso, he trabajado por el orgullo de hacer bien lo que me toca, por el sentido de ser lo más profesional posible, de no ser chapucero… Pero como yo, también hay otros eléctricos y representantes de distintos sectores en el país distinguidos por el único hecho de trabajar impulsados por el espíritu revolucionario de cumplir con la tarea. Y después, a algunos nos toca la suerte de disfrutar de honores como este.
“En lo particular, he vivido enamorado de mi labor. Son 57 años ligados a la energía, a los transformadores, a las subestaciones, y ahí estaré hasta que la salud me lo permita”, habla y la mirada se posa en los de su amada, en “mi otro amor, Sol Ángel, mi esposa”. Ella, de nuevo piropeada, se pone de pie, y va hacia él, igualito al día cuando un danzón sirvió de pretexto para comenzar el baile en pareja extendido por 25 años.
Desde entonces, la vida de los dos ha transcurrido apretadita en un mosaico, ahí abrazaron a los hijos y siguen danzando al compás de una melodía nacida del más auténtico de los cariños.
“La familia es fundamental. Sin su apoyo es casi imposible conseguir los sueños, realizarse”, confiesa el veterano anirista, el afiliado del Sindicato de Energía y Minas, un hombre destinado, como él mismo admite, a “hacer” la luz.
Muchas felicidades Silva, merecido premio por la incansable labor que realiza. Muchos trabajadores del sector eléctrico a lo largo de todo el país apreciamos tu trabajo y valoramos la disposición de ayudar a los jóvenes Ingenieros con tu experiencia. Nuestro país necesita de personas como usted para preparar el relevo. Saludos
Primo cuanta alegría esa.noticia ahí se demuestra que las enseñanzas de un padre zapatero y dirigente sindical y una madre empleada junto a las de una Revolución triunfante formaron a jóvenes como tú que al igual que yo hemos seguido las enseñanzas de Marti y Fidel.
felicidades que lastima que halla provincias y sectores que no aprovechen la experiencia de los profesionales ya jubilados, sin menosprecio de la juventud que debe dar sus primeros pasos pero que no cuenta aun con la experiencia y que necesita apoyarse en personal que si la posee MUCHAS FELICIDADES JOSE LUIS