Lima.- A Meinardo Torres le corren por las venas “pólvora y proyectiles”. Una vida ligada a una disciplina como el tiro deportivo es sinónimo de infatigable entrega. Entre sus numerosos logros hay una que lo encumbra dentro del movimiento deportivo cubano: entrena a Leuris Pupo y esculpió junto a él la histórica corona olímpica de Londres 2012. Minutos después de otra proeza de disparos de sus dos pupilos: oro de Jorge Félix Álvarez y plata de Pupo, accedió a dialogar sobre cómo se inició el camino de esta nueva gesta.
“El camino hacia estas medallas comenzó el pasado año. Hubo algunas dificultades económicas que nos llevaron a perfeccionar los ejercicios de la pistola de tiro rápido. Luego se gestionó una base de entrenamiento en Perú, la cual resultó muy provechosa en cuanto al modelaje competitivo. Siempre fuimos optimistas, durante la preparación Pupo logró resultados superiores a los de Toronto 2015 y su nivel de confianza se elevó”.
Luego de la batalla es necesario evaluar temas que a veces se olvidan con las mieles del triunfo. La pistola de Pupo es su aliada amorosa. “Afortunadamente le funcionó perfectamente, sumado a que tuvimos las municiones en una parte trascendental del adiestramiento”.
El deporte de alto rendimiento evoluciona a la par de la sociedad. ¿Qué piensa un sabio que se ha curtido entre éxitos y dificultades?
“Ante esa situación acumulamos experiencias, perfeccionamos algunos elementos de la preparación e interiorizamos que es fatal quedarse atrasados. Al poner en práctica esas ideas, los resultados llegaron y se han mantenido”.
Los sueños permiten trazarnos nuevas metas. ¿Cuándo se acumula tanta experiencia y premios son diferentes esos pensamientos?
“Siempre quedan sueños por cumplir y después de lo logrado se renuevan. El pasado año alcanzamos un sitial importante con Pupo en una Copa del Mundo y lo festejamos porque fue ante los mejores del mundo. Todavía recuerdo Londres 2012, pero también me alegró el quinto puesto de Río 2016.
“Eso último lo considero una hazaña, ya que ese año fue complicado en cuanto a la preparación. Aun así, nos incluimos en la final, un sueño para muchos, pues pocos logran durante dos ciclos olímpicos estar entre los mejores. Los sueños se mantienen trabajando, dejando atrás las justificaciones. Tener recursos ayuda y mucho, sin embargo, prefiero entregarme, solo así los disparos en el centro de la diana saben mejor”.
Meinardo Torres es un personaje singular al que vale la pena escuchar, en temas de blancos y puntería. No podría ser de otra manera recuerde a que este hombre le corren “pólvora y proyectiles” por las venas.