Lima.- La pasión, el talento y los sueños fueron el combustible del que se valieron este viernes los boxeadores cubanos para asumir la segunda final del torneo de los Juegos Panamericanos Lima 2019, que se disputó en el Coliseo Miguel Grau. La nota: cuatro oros, para un total de ocho.
En los 56 kilogramos Osvel Caballero chocó contra el estadounidense Duke Ragan. Asumió el criollo su bautismo en la primera línea fuego. Su estilo vital y punzante, pertrechado de esquiva, jabs, oppercuts y swines estremeció a la tribuna y al rival.
“Tuve un camino complicado pues enfrenté a rivales experimentados y poderosos, por suerte mi disciplina y preparación se impusieron. Al final logré la medalla que Cuba necesitaba”, afirmó el triunfador.
Antes se desarrolló la final de los 49 kilos. El colombiano Yuberjen Martínez no pudo frente al boricua Oscar Collazo, victimario en la semifinal de Damián Arce.
La pelea de los 64 kg enfrentó al estadounidense Keyshawn Davis y a Andy Cruz. Cuenta con argumentos el norteño, sin embargo, Andy pertenece a otra especie. Subió su volumen y anudó los ímpetus del caído.
“Salí un poco dormido al inicio. El lo aprovechó, más aceleré mi ritmo y al final me agencié la corona que ya gané en Toronto 2015. Nunca resultó fácil, pero la preparación y el apoyo de mis compañeros me ayudó. Bailé al final para acabar con el comentario de él, que dijo que me quitaría lo bailao. Al cubano nadie le quita lo bailao”, certificó el matancero.
En los 75 kg Arlen López desafió a Willian Carvalho de Brasil. Esta vez astucia y contundencia le permitieron al titular olímpico Río 2016 ascender a lo más alto del podio.
“Vinimos dispuestos a igualar la cosecha de ayer y lo hicimos. Aquí hemos demostrado que el entrenamiento fue excelente. Arrasamos, pero no quiere decir que haya ido fácil. Los peleadores tuvieron calidad. Cuba y Guantánamo ya pueden festejar”.
Erislandy Savón en más de 91 kg retó al ecuatoriano Julio Castillo ambos se repartieron veneno durante los tres asaltos. La mayor experiencia del antillano prevaleció sobre las cuerdas.
“Tremenda disputa dimos. Nos conocemos bien ya que nos preparamos en Ecuador. Es verdad que resultó cerrada, pero considero que conecté los mejores golpes. Allá en Cuba nos siguieron, nosotros cumplimos”.