“Alucina Perú”: Detalles de una ceremonia sui genéris

Lima.- Sin la estridencia tecnológica de otras aperturas, con la rica combinación de historia, música y cultura; y una intertextualidad que muchos quizás no comprendieron, la ceremonia inaugural de los XVIII Juegos Panamericanos, denominada “Alucina Perú” pasará a la historia como uno de los momentos socioculturales más grandes para esta nación sudamericana.

Le proponemos entonces, más allá de lo visto por la televisión o reseñado en crónicas y relatos periodísticos, algunos de los detalles y curiosidades que quizás no vio o desconociera, y le servirán para comprender mejor lo vivido en poco más de tres horas de duración.

– El diseño del escenario se basó en el concepto de dualidad y contuvo referencias naturales y al patrimonio cultural del Perú. De ahí la interpretación escultórica del Nevado Pariacaca, la montaña más sagrada de Lima.

– También la escenografía gigante representó los acantilados de Lima en la base de la montaña y el río Amazonas que cruza tras nacer en tierra peruana. La base de la montaña representa tanto al Pacifico como el lago Titicaca y las líneas se encuentran a 49 puntos, representando todos los idiomas existentes en esta nación sudamericana.

– Los dos escenarios donde se colocaron las banderas en el espectáculo, (en los lados de la montaña también son una referencia a las muchas huacas (templos) que fueron construidos por los peruanos prehispánicos a lo largo de los siglos. Por un lado, se colocaron las banderas de la Nación y por el otro los estandartes de los juegos.

– El número 49 es muy significativo en Perú, pues son la cantidad de lenguas existentes en el país: castellano y 48 lenguas indígenas. La ceremonia saludó también el 2019, Año Internacional de las lenguas indígenas de las Naciones Unidas.

– Uno de los momentos más impresionantes de la Ceremonia fue la entrada de un grupo de caballos de paso, una raza peruana de caballos que se considera especialmente cómoda ya que se mueve naturalmente con un paso lateral a cuatro tiempos. De ahí que pudiera bailar la marinera con una pareja humana frente a ellos.

– Este caballo de paso fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación y la marinera es un baile de parejas que consiste en una representación estilizada de un cortejo. Existen muchas variantes de esa danza en Perú, pero este viernes en el Estadio Nacional fueron representadas la limeña, norteña, puneñe, ayacuchana y lamista.

– Cada uno de los portadores de pancartas con el nombre del país representaba un ekeko, un espíritu que simboliza la abundancia y prosperidad en el folclor de la gente del Altiplano. El ekeko lleva un poncho y carga bolsas y canastas llenas de artículos que una persona podría desear; de ahí que en la ceremonia inaugural de estos Juegos llevaran en su lugar medallas.

– El famoso tenor Juan Diego Flórez cantando en un dueto único con la voz de Chabuca Granda (1920-1983) la inmortal canción “Bello Durmiente”, canción escrita en 1956 y dedicada al Perú, fue de lo más sublime y especial de la noche.

– Luego Flórez interpretó la pieza más conocida de Chabuca: “La Flora de la Canela, pieza que se ha convertido en el himno no oficial de Lima. Lo que engrandece esa interpretación además es que la música fue interpretada por Sinfonía por el Perú, un proyecto musical de tenor para niños en situación de riesgo.

– Un total de 1 933 personas tomaron parte en la fiesta inaugural solo en elenco artístico, de ellos 1 860 fueron voluntarios, quienes tuvieron que cumplir con los ensayos. Como si fuera poco, el equipo de producción de esta ceremonia se extendió hasta 230 nombres de 17 naciones.

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