Una de las más esperadas y afamadas fiestas populares de la nación inicia este domingo en la suroriental localidad santiaguera con presencia tangible en casi medio centenar de áreas, aunque el espíritu y la alegría del carnaval se expanden por toda la ciudad.
Declarado como Patrimonio Cultural de la Nación, el jolgorio llega con el desfile de congas, comparsas, carrozas y paseos por la avenida Jesús Menéndez, donde se ubica el Jurado que evalúa el pasacalles, e igualmente en puntos de nutrida afluencia de público, que bebe, come y baila hasta el amanecer, como Trocha, Santa Úrsula, El Tivolí, Martí o Sueño, por solo mencionar algunos.
A esta suerte de paroxismo cultural, de tradiciones y folclore, conocido también como Rumbón Mayor, le antecedieron otros importantes momentos de fiesta popular como los carnavales acuático e infantil, todo un éxito que el pueblo apreció en alto grado por la posibilidad del sano disfrute.
Uno de los elementos más distintivos del carnaval: la música, se anuncia este año de lujo, remarcando cubanía con agrupaciones como El Septeto Santiaguero, Pupi y los que Son, Son, Cándido Fabré, Karachi, entre otras.
El carnaval se inscribe entre las muchas acciones que tienen lugar en estos días de verano, de vacaciones escolares y de buena parte de los trabajadores santiagueros, a quienes se suman miles de personas de otras partes de Cuba y del mundo que siempre hacen un espacio para venir hasta la llamada tierra caliente para vivir la intensidad de sus fiestas carnavalescas.