Pinar del Río constituye el decimocuarto territorio del país que reporta la presencia del caracol gigante africano. El hallazgo en el poblado viñalero de Puerto Esperanza, correspondió a un ejemplar de 12 centímetros de longitud.
El hecho fue corroborado el pasado 26 de junio por autoridades de sanidad vegetal tras el análisis de dos especímenes obtenidos en la zona.
En aras de potenciar las medidas de prevención la Delegación Provincial de la Agricultura ha impartido alrededor de 300 acciones de capacitación en aras de que los trabajadores del sector puedan colaborar con la erradicación de la presunta plaga y evitar daños al sector.
Según remarcan los especialistas este género de molusco, considerado una de las 100 especies más dañinas del mundo, puede provocar severos daños en la agricultura, la salud de las personas y la biodiversidad, de ahí la importancia de las medidas de prevención en los diferentes niveles.
De África a Vueltabajo
El caracol gigante es una especie terrestre nativa del este de África. En Cuba fue identificado por vez primera en junio de 2014 en el Reparto Poey, municipio Arroyo Naranjo, y en la actualidad está diseminado por todas las provincias excepto Cienfuegos y Guantánamo, territorios en los cuales aún no hay constancia de su presencia.
Aunque este molusco puede dispersarse de manera natural, solo es importante a escala local. Por lo que sus principales vías de dispersión están asociadas a factores externos como la actividad del hombre al utilizarlos de mascota, con fines ornamentales, carnada para la pesa, fines religiosos, así como el traslado de sustratos y plantas.
Es válido resaltar además que las condiciones climáticas de Cuba favorecen su establecimiento y desarrollo dado la prevalencia del follaje tropical, la alta humedad y la ausencia de barreras naturales que impidan su dispersión.
Estructuras agrícolas atentas
Este caracol se caracteriza por un comportamiento voraz, la gran capacidad reproductiva, el crecimiento corporal acelerado y la gran resistencia a condiciones ambientales adversas. De ahí que constituya una permanente amenaza para la producción agrícola.
Con el fin de reducir el riesgo de dispersión y minimizar los efectos negativos que pueda causar la especie, fue creado el grupo provincial de enfrentamiento en el territorio.
Además González Pérez aseguró que el laboratorio de sanidad vegetal de la Delegación de la Agricultura está en condiciones de realizar el estudio de los caracoles para su identificación, dado que puede confundirse con otras especies de la región. Como parte de las medidas preventivas se lleva a cabo desde el mes de abril la pesquisa en todos los bancos de materia orgánica y a las plantas que poseen certificados de libre tránsito.
Ante la amenaza inminente que representa esta especie es propicio establecer la vigilancia activa. La población se reafirma una vez más como un pilar de suma importancia para mantener el orden y colaborar en su cotidianidad con el bienestar colectivo.