A defender el turismo por lo que aporta al desarrollo económico y social, y porque en su modo de actuación preserva la cultura, los valores e idiosincrasia del país, llamó en la Asamblea Nacional del Poder Popular el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
El mandatario cubano hizo uso de la palabra luego del debate suscitado por el informe sobre los resultados de la gestión del Ministerio de Turismo, dado a conocer por Manuel Marrero Cruz en la sesión plenaria del Parlamento.
Díaz-Canel expresó que, a pesar de las dificultades por superar, el turismo figura entre las principales fuentes de generación de divisas para la nación. “Una parte importante del dinero del que dispone el país proviene del turismo”, significó.
Manifestó que si se potencia el sector, si lo hacemos más eficiente, será mayor el aporte de una industria encargada de la exportación de servicios, y en la que más presencia hay de la inversión extranjera.
El Presidente reiteró que la eficiencia del turismo y el cumplimiento de su rol de locomotora de la economía dependen del encadenamiento productivo, vital por su efecto multiplicador en el fortalecimiento de las industrias, la sustitución de importaciones y la generación de empleos.
Para defender ese encadenamiento con el turismo, citó las reuniones mensuales realizadas para evaluar cómo los ministerios van respondiendo a tal objetivo, y especificó lo inherente al de Comunicaciones y el plan de informatización impulsado en la industria del ocio antillana.
Díaz-Canel ponderó la capacidad innata para la oferta de plazas laborales en el turismo, donde hoy se contabilizan más de 111 mil empleos, hombres y mujeres también beneficiados con la transferencia de conocimientos posibilitada por la inversión extranjera, con un sistema de capacitación propio del país, donde abundan cuadros preparados.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros resaltó el concepto de desarrollo sostenible manejado en los procesos inversionistas del turismo, que comprenden la convivencia de las construcciones, acotó, con la vegetación del sitio, y se aprovecha la energía renovable o se usan paneles solares.
Destacó cómo los proyectos constructivos cuidan las dunas de las playas y la creación de pasarelas para propiciar el acceso a estas, lo que dice mucho, enfatizó, del respeto con el que debe tratarse el medio ambiente.
Destacó el reconocimiento ganado por el sector, expresado, por ejemplo, en la creciente participación en las ferias internacionales de turismo (FITCuba), y resaltó la actitud de empresarios que desafían al Gobierno de los Estados Unidos y siguen apostando por la Mayor de las Antillas.
Hay que trabajar, instó, en la calidad del servicio, “es eso lo que nos puede distinguir”. Abogó por desarrollar nuevos productos, para que no sea exclusivo el de Sol y Playa. Se refirió al turismo de salud, a los centros de aguas termales, a la cultura, a la historia y a los temas de patrimonio como nichos por aprovechar. “Se trata de que esté presente la cubanía en el turismo cubano», enfatizó.
Reflexionó sobre la necesidad de solucionar las habitaciones fuera de orden, por la imposibilidad de rendir los dineros previstos, al tiempo que llamó a seguir laborando en la captación de nuevos mercados, lo que implica examinar qué limita su llegada al país.
Valoró la importancia del desarrollo del turismo visto como alternativa de progreso para la comunidad, por su papel de mejorar la infraestructura de esos sitios y optimizar la vida de sus habitantes.
El mandatario cubano explicó las razones de por qué habrá que seguir potenciando las inversiones del turismo en un país al que siempre habrá quienes quieran visitar, “porque aquí hay valores que la gente saber apreciar”, argumentó.
En clara alusión a las medidas que intentan afectar el turismo cubano, el Presidente dejó un claro mensaje: “Vamos a superar el bloqueo, lo vamos a derrotar”.
Contar con la industria nacional antes de importar
Díaz-Canel Bermúdez, luego de la intervención del Ministro de Industrias, aludió cuestiones fundamentales sobre la industria nacional, con la que hay que contar antes de concretar el acto de la importación.
«Todo el que necesite algo, que tenga que potenciar algo, la primera mirada tiene que ser a nuestra industria, demandarle a nuestra industria qué puede hacer, antes de importar…». Hay que pensar en el país, convocó.
Precisó que Cuba necesita favorecer el crecimiento, el desarrollo y una mayor presencia en el producto interno bruto de dos sectores importantes como el sector agroindustrial y la industria manufacturera.
En tal sentido, instó a seguir potenciando las producciones nacionales, con el objetivo de que los «productos cubanos nos distingan», remarcó.
Valoró como fundamental el aporte que en piezas de repuesto realiza el Ministerio de Industria y su papel en la sustitución de importaciones.
El mandatario reflexionó sobre la urgencia de aprovechar el potencial de diseño existente en el país y sus posibilidades en la conformación productos industriales. Ahí existen potencialidades de avanzar, significó, al tiempo que destacó el papel de las fábricas en la creación de bienes demandados por la población.