Como parte de la agenda prevista para la Comisión Permanente de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, este miércoles se presentó ante los diputados Alberto Blanco Silva, director general de Asia y Oceanía de la Cancillería cubana.
Durante el intercambio se evaluaron los asuntos que nos unen a esa parte del mundo, lejana desde el punto de vista geográfico, pero cerca por las luchas por la independencia, el desarrollo, y en la solidaridad demostrada contra el bloqueo económico, comercial y financiero decretado por Estados Unidos contra Cuba.
Con el tiempo, nuestras relaciones han alcanzado madurez y se han acentuado —declaró Blanco Silva a Juana Carrasco, colega del diario Juventud Rebelde— porque no dependen de coyunturas, sino de raíces históricas profundas.
Actualmente existen varias brigadas de cooperantes cubanos que laboran en la región, otras han acudido ante emergencias por desastres naturales, como ocurrió en Paquistán, Nepal, China e isla Fiji.
Los intercambios diplomáticos se han hecho más fluidos y también las visitas al más alto nivel, entre las cuales vale destacar la gira del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, que en noviembre del 2018 lo llevó a China, Vietnam, República Popular Democrática de Corea y Laos. En ese contexto se firmaron diferentes e importantes acuerdos bilaterales de cooperación.
Dentro de apenas unos días, el 12 de junio, se cumplirán 60 años de la histórica visita que realizó el Comandante Ernesto Che Guevara a diversos países de Asia y África, lo que representó la simiente para las frondosas relaciones que fructificaron después.
En el 2020 se celebran 60 años de vínculos diplomáticos entre Cuba y siete países asiáticos: India, Indonesia, Cambodia, China, Vietnam, Mongolia y la República Popular Democrática de Corea.
Cuba mantiene además relaciones diplomáticas con los 14 pequeños Estados insulares del Pacífico, con los cuales se han identificado posibilidades de cooperación —especialmente en la esfera de la salud y en la formación de recursos humanos—, y el entendimiento en la búsqueda de soluciones a los desafíos que impone el cambio climático y el mundo injusto y desigual en el que debemos desenvolvernos.
