Los diputados de la Comisión de Salud y Deporte del Parlamento cubano valoraron este miércoles la higiene comunal como un asunto que necesita de una mirada más sistémica, mayor organización, control y sobre todo de mucha cultura y disciplina social.
Al intervenir en el debate, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández se refirió a la complejidad de este asunto y su impacto negativo en la Salud Pública. Remarcó que no hay una percepción clara del peligro que representa. Muchas veces se ve comunales como la última rueda del carro y necesitamos del esfuerzo de todos.
“Se invierten cuantiosas sumas en la salud y, cuántas enfermedades tenemos que son fruto de una higiene comunal deficiente, subrayó. Debemos lograr en nuestro país una cultura de la higiene. Aunque tengamos muchos recursos, sino cambiamos la mentalidad de la ciudadanía, no resolveremos el problema de la basura”.
Por su parte, el diputado santaclareño Jesús Satorre apuntó que las medidas punitivas contra los que violan la higiene comunal deben ser más severas. Es algo que sobrepasa los límites de los pronunciamientos, se necesitan medidas que castiguen a los que tiran desechos desde los carros en movimiento, los que arrojan basura a los ríos, etc. Debe ser tema prioritario en las reuniones de los delegados. Se requiere de mayor divulgación y educación desde los barrios. Ser limpio es parte de ser sanos, dijo.
En concordancia Rolando Ceballos, de la provincia de Guantánamo, consideró que es en la cuadra donde están los problemas y es allí donde hay que resolverlos.
“La proliferación de las indisciplinas responden a que en nuestro espacio no hemos sido capaces de solucionarlas. Para contrarrestar estas manifestaciones se precisa del trabajo diario con todos los factores involucrados”, opinó Lourdes Ulacia del municipio Chambas, Ciego de Ávila.
A juicio de Mariela Castro Espín, diputada por el municipio de Plaza de la Revolución, es preciso organizar los procesos, no solo los del funcionamiento de los recursos comunales, sino también orientar a la población y educar. “No es satanizar la labor de los trabajadores de este sector, sino hacerlos conscientes de su misión en la higiene y salud del pueblo. Hay que convertir las ideas en plan de acción y aportar; así como seguir estudiando la posibilidad de reciclar y clasificar la basura”.
Los miembros de la comisión se pronunciaron críticamente sobre los inspectores, pues según concordaron, en su labor se requiere mayor rigor, fiscalización y compromiso. También abogaron por el mejor ordenamiento de los recursos materiales en función de cada lugar. “La higiene comunal es una cadena que tiene muchos factores, si no hay gestión integrada, ni enfoque de proceso, no lograremos un servicio de calidad”, comentaron.
Sobre este particular Mildrey Granadillo, viceministra de Economía y Planificación, explicó que primero se debe evaluar la cantidad de desechos sólidos para luego organizar mejor el servicio. Además, informó que se constituyó un grupo de trabajo temporal para el perfeccionamiento de esta actividad, integrado por varios organismos de la Administración Central del Estado y en el que se toman en cuenta los debates de la Asamblea Nacional y las experiencias locales.