En la ciudad de Santa Clara, urbe que próximamente cumplirá 330 años, se efectúa el Coloquio Sindical Internacional del sector del azúcar y las bebidas, con la participación de delegados de diferentes países, entre ellos Bélgica, Honduras, El Salvador, Bolivia, Perú, Colombia, y por supuesto, Cuba.
El espacio tiene como objetivo intercambiar experiencias y desarrollar estrategias regionales e internacionales sobre el trabajo político en común, la importancia de la economía nacional, las características de los procesos productivos, los derechos laborales y la solidaridad con nuestro país.
Rosario Rodríguez, jefa del Departamento de Relaciones Internacionales de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), dio la bienvenida a los participantes con un saludo revolucionario y solidario.
Explicó el contexto actual en que los cubanos desarrollamos nuestro proyecto social y se refirió a las consecuencias que ha ocasionado el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos mantiene por décadas contra la Mayor de las Antillas.
Tangui Caruu, presidente del sindicato Horval, dedicado a la rama alimentaria y de bebidas en Bélgica, perteneciente a la Federación de Sindicatos Belgas (FGTB), agradeció la acogida y afirmó que Cuba en su lucha social no está sola. Expuso que hacer este coloquio en Santa Clara tiene como motivación estar en la ciudad del Che, paradigma de hombre universal, con un legado humanista.
Precisó que el encuentro pretende fortalecer las diferentes esferas del proyecto, lograr pasar a una etapa superior para que las organizaciones asociadas sean más fuertes. Destacó que la unidad contra las multinacionales es una necesidad urgente y para ello es imprescindible realizar acciones certeras durante los próximos cinco años.
El coloquio inició con la presentación de José Luis Fajardo, secretario general del sindicato de la Alimentaria y Pesca de Cuba, quien explicó el entorno histórico, político y social del país, su desarrollo y el avance hacia la construcción de nuestro socialismo, así como la entrega de los trabajadores cubanos de forma incondicional con la prosperidad de la nación.
Señaló además que producto del bloqueo se dejan de vender solamente en rones 45 millones de USD y tres marcas que pudieran comercializarse en Estados Unidos —Cubay, Santiago y Tesoro— no lo realizan. Asimismo, puntualizó que a pesar de que se efectúan procesos productivos con líderes mundiales del sector, se respeta el Código del Trabajo cubano y las legislaciones que protegen a los colectivos laborales.
De igual manera fueron explicadas las características de la industria azucarera cubana y su importancia determinante en la economía del país.
El evento se desarrollará hasta el día 11, incluye presentaciones de cada uno de los países referidas al contexto de estos sectores, las condiciones laborales, los convenios, y construcciones conjuntas para el avance del sindicalismo, amenazado por la arremetida beligerante de las políticas neoliberales en la región.
Los sindicatos frente a la arremetida neoliberal
La arremetida beligerante neoliberal que afecta a los sindicatos en el mundo fue denunciada por Tangui Caruu, presidente del sindicato Horval, perteneciente a la Federación General de Trabajadores de Bélgica, al intervenir en el Coloquio Sindical Internacional que se desarrolla en Villa Clara.
Al exponer sus ideas enfatizó: “Estamos viviendo una época en la que el neoliberalismo se apodera de los procesos globales y las organizaciones sindicales están bajo esa presión, lo que ha ocasionado un decrecimiento en la afiliación”.
Al referirse a Horval, sindicato ramal que agrupa a trabajadores de la agricultura, industria alimentaria, hostelería, horticultura, bebidas, entre otros, aseguró que la organización avanza. “Somos un sindicato de izquierda que enarbola como valores la solidaridad, la justicia, igualdad y democracia social”.
Enfatizó que desde el 2014 al 2019 el gobierno de derecha de Bélgica ha atacado las conquistas sindicales, bloqueado los salarios, la seguridad social y el derecho a la huelga.
Por su parte, los representantes de El Salvador, Noé Gilberto Neiro y Wilmer Salvador Galán, reseñaron las características de sus sectores, azúcar y bebidas, respectivamente. Expresaron los grandes retos que tienen para lograr la integración y respaldar a los trabajadores en sus demandas, así como para conseguir la apertura del diálogo sindicato-empresa para la solución de conflictos laborales.
Puntualizaron que al nuevo gobierno debe exigírsele el derecho a la seguridad social de los trabajadores agrícolas de la caña de azúcar y una reforma digna de pensiones y salario medio.
Asimismo, el hondureño Carlos H. Reyes señaló cómo afecta la injerencia extranjera a su país y específicamente al sector de las bebidas. De manera particular, se refirió al golpe de Estado del 2009, que profundizó el neoliberalismo, lo que ha afectado la labor de los sindicatos.
Durante la primera sesión del Coloquio Sindical Internacional fue denunciada la actuación de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, y su actitud antidemocrática con los pueblos de Latinoamérica.
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