Cargando...La Plaza de la Revolución José Martí volvió a ser testigo este sábado 6 de julio de un hecho de singular importancia en la historia deportiva de nuestro país. Al filo de las 7 y 30 de la mañana cerca de 400 valientes se alinearon con porte marcial y alegre para recibir la bandera que defenderán en los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019.
Al pie de la estatua del Apóstol, siempre atenta y robusta, Mijaín López, escoltado por el badmintonista Osleni Guerrero y el judoca Iván Silva, recibió el estandarte patrio de manos del Presidente del Consejo de Estados y de Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Antes y al compás de la Banda de Música del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, los luchadores Ismael Borrero, campeón olímpico en Río de Janeiro 2016, y Lianna de la Caridad Montero, depositaron una ofrenda floral al pie del monumento del más universal de los cubanos.
El juramento de los atletas lo leyó la formidable judoca Idalis Ortíz, quien ratificó la intención de luchar con dignidad y regresar de la capital peruana con la medalla que más brilla, la de la dignidad.
Por su parte el Presidente del INDER, Osvaldo Vento Montiller, felicitó a los integrantes de la comitiva por el esfuerzo realizado durante los entrenamientos y los exhortó, además de competir con rigor, a derrochar fidelidad.
Significación especial tuvo el encuentro de Díaz Canel con los atletas a quienes deseó éxitos. “Sabemos que están bien preparados. Estaremos pendientes de sus logros. Al final será una victoria de la Patria, del pueblo y de la Revolución. Ustedes son una delegación triunfante…. Adelante ¡Vamos por más!
El orgullo de ser cubanos
Muchos son los lauros que engalanan el historial del luchador Mijaín López. A sus tres preseas doradas en citas olímpicas y cinco en campeonatos del orbe, agrega la de nuevamente ser el abanderado de la comitiva criolla, distinción que ostenta desde los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
“Siempre es un honor y una responsabilidad llevar la bandera. En esta ocasión no será diferente. En Lima lucharé por el oro. Mis rivales más difíciles serán uno de Chile que logró bronce en un mundial y un estadounidense que fue segundo en una lid similar. A los dos los tengo bien estudiados. En realidad no debo tener grandes dificultades para superarlos”, aseveró.
Por su parte, Lianna de la Caridad Montero estaba feliz este sábado. Esta vez no relucía medalla alguna en su pecho. Brillaba en su rostro el saberse participe de un hecho inolvidable. “Ha sido un honor muy grande colocar la ofrenda floral a nuestro Martí. Me compromete a esforzarme en cada combate. Es mi meta lograr una medalla. Tendré rivales fuertes y de experiencia, sin embargo, la preparación ha sido rigurosa y confiamos en dar buena pelea”.
Muy cerca se encontraba Oscar Pino, otra de las afiladas armas de la lucha cubana. “Vamos a los Panamericanos a demostrar la calidad que tenemos. La preparación ha sido intensa pero exitosa. Soy optimista en cuanto a mi objetivo. Formar parte de este grupo es tremendo. Todos vamos a poner en alto el nombre de Cuba”, sentenció.
Estuvieron presentes en el acto de abanderamiento, Olga Lidia Tapia, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y Roberto León Richard, Presidente del Comité Olímpico Cubano.
También se contó con la presencia de distinguidos invitados como el excelentísimo señor Guido Octavio Toro Cornejo, Embajador de la República del Perú en Cuba y la mexicana Ana Gabriel Guevara, directora de Conade.
