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¿Qué significa perder el tope beisbolero contra EE.UU.?

La tercera derrota en línea de la selección nacional cubana contra el conjunto principal universitario de Estados Unidos (8-0) tiene más que la descripción del partido una interpretación bien sana: “menos mal que no estará esa formación en los Juegos Panamericanos de Lima, adonde no clasificaron por faltar al evento que dio los boletos”.

 

Yariel Rodríguez fue la designación del mentor Rey Vicente Anglada y se fue a las duchas en el sexto inning tras soportar una carrera en los dos primeros capítulos y dos más en el propio episodio donde explotó, cuando la factura de los norteños llegó a ser de cinco y el relevista Yudiel Rodríguez también fue mandado a tomarse un baño al no poder controlar la rebelión local con un costoso error al fildear un toque de bola.

De la anémica ofensiva basta con resumirla en que al abridor Nick Frasso solo pudieron pegarle de hit Yordanis Samón en el segundo capítulo y Yunior Ibarra en el tercero. Luego hasta el octavo no apareció el tercer indiscutible de Jorge Enrique Alomá, en tanto solo se embasaban por boletos Yosvani Alarcón (5to) y Yunieski Larduet en el noveno.

De esta manera, los estadounidenses aseguraron ganar el tope amistoso por quinta ocasión consecutiva (del 2015 al 2019) y la sexta desde que se reanudaron estos enfrentamientos en el 2012, pues se impusieron en su casa también en el 2013 por barridas. Acumulan ya 22 éxitos y 15 reveses desde entonces y han recortado la diferencia histórica si compilamos las series de 1987-1996, que marcha ahora 45 por 43, todavía favorable a los antillanos.

Sin embargo, lo más peligroso o significativo de estas derrotas es que apenas nuestro equipo ha podido batear para 195 de average con la mayor producción de indiscutibles en el segundo partido (10), al tiempo que se han tomado 14 ponches y solo han podido negociar cinco boletos.

No es llamativo el comportamiento del pitcheo estadounidense. Así han lucido históricamente, con jóvenes de 20-21 años que tiran por encima de las 93 millas y mantienen un control exquisito. Las preguntas serían: ¿Cuándo y cómo vamos a realizar entrenamientos para enfrentar y vencer ese pitcheo? ¿Es posible que nuestros bateadores no sepan ajustarse, como profesionales del béisbol que son, ante serpentineros que tienen características conocidas año tras año?

Restan dos desafíos y la dirección del equipo cubano seguirá fiel a probar jugadores, aunque ya casi está decantado quiénes tienen un puesto seguro hacia Lima y a cuántos más habrá que llamar: Roel Santos, Yordan Manduley, Stayler Hernández, Yoanni Yera y los cuatro que juegan por Japón (Gracial, Moinello, Martínez y Colás) si queremos recuperar esa corona panamericana.

Ponderar por último la defensa del equipo norteño, con apenas un error en 27 entradas al campo. Cada uno de estos jugadores tienen más de 600 partidos jugados en su vida deportiva, pero ni aún así se justifica que todavía los nuestros no hayan podido salir con una sonrisa o al menos con una cara más decente en la derrota.

Este viernes será el cuarto desafío en el Complejo de Entrenamiento de USABASEBALL, en Carolina del Norte y por los de casa se anunció para abrir a Reid Detmers, mientras Cuba pudiera hacerlo con Yousimar Cousín, Misael Villa o Roberto Hernández.

 

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