La camagüeyana ciudad de Guáimaro, de notables resultados en la décima escrita del momento, salió por la puerta ancha en los certámenes de la especialidad, durante la recién concluida 52 Jornada Cucalambeana, encuentro mayor de la décima y el verso improvisado, este año celebrando el aniversario 190 del nacimiento de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, el Cucalambé.
Los dos concursos de la referida modalidad, los premios nacionales Canto alrededor del punto (de glosas) y Cucalambé (para libros inéditos, el más importante de la décima escrita en Iberoamérica), correspondieron respectivamente a los escritores guaimareños Nitza Núñez Valdés y Randoll Machado Hernández (nacido en esa urbe en 1986).
La también llamada Ciudad Constitución repitió así el triunfo en el caso del Premio Cucalambé, pues en el 2018 había sido conquistado el lauro por Domingo Peña González, otro destacado bardo de ese territorio.
En el caso de Nitza, por añadidura, hace honor a su condición de miembro del Grupo iberoamericano de mujeres Décima al filo, con sede en Guáimaro, por lo cual la localidad es considerada la capital de la décima escrita por féminas. En el 2018, Nitza había conquistado el Gran Premio del XI concurso Décima al filo, otorgado en julio de ese año.
Desde aquella histórica y acogedora ciudad recibimos la siguiente décima de saludo al principal galardonado de este año, Randoll Machado. Nos la hace llegar Diusmel Machado Estrada, uno de los más significativos activistas de la literatura en Guáimaro y en especial de la décima, y muy destacado poeta, merecedor, entre otros muchos lauros, del Premio Iberoamericano Cucalambé 2010 por El libro de los desterrados, escrito en coautoría con el tunero Carlos Esquivel Guerra:
DÉCIMA A UNA PROFECÍA BIEN CUMPLIDA
En Guáimaro –un escondido
puerto donde desembarca
cada medianoche el Arca
de la Décima–, al oído
mineral y estremecido
de Cuba, de pronto fue
revelado (y lo soñé)
que Randoll Machado Hernández
dicta su nombre con grandes
letras, al Cucalambé!
Diusmel Machado Estrada, 01/07/2019