Imposible sería referir todos los lauros, reconocimientos, distinciones, investigaciones, cursos y seminarios que se acumularon en el dosier de la Profesora Auxiliar y licenciada en Cultura Física María Trinidad Bécquer Soto del Valle, trabajadora por muchos años del Inder, quien falleció en días recientes.
Trágica y sentida fue su muerte, consecuencia de un trauma cerebral ocasionado por una caída tras intervenir como integrante de la pizarra humana en la más cercana celebración del Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución José Martí.
Con orgullo atesoraba sus condecoraciones como Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, su participación en eventos científicos, en Cuba y en el exterior, siempre vinculada a las tareas de la cultura física.
Solo cabría recordar como emotivo epitafio las palabras del Apóstol José Martí: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida…”.