Este domingo el pueblo de Santiago de Cuba recuerda con orgullo y compromiso renovado a los jóvenes revolucionarios Josué País, Floromiro (Floro) Vistel y Salvador Pascual, ultimados a balazos en plena calle por soldados de la dictadura de Fulgencio Batista, el 30 de junio de 1957.
Como es tradicional, en el propio sitio de los acontecimientos de 62 años atrás – la intercepción del Paseo Martí y la Calzada de Crombet, en la ciudad santiaguera- se congregarán familiares de los mártires, miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, niños, niñas, adolescentes y vecinos del lugar, para protagonizar la conmemoración.
No faltarán flores dedicadas a Josué, Floro y Salvador en nombre del pueblo de Cuba, además de canciones, danza y oratoria para evocar desde el arte a los caídos.
A 62 años de aquella aciaga jornada el gesto de esos jóvenes revolucionarios se reafirma como ejemplo de valor, pues la misión a ellos encomendada era salir a las calles a enfrentar con las armas a los sicarios del régimen luego de escuchadas las explosiones que debían ocurrir en el céntrico parque Céspedes.
Allí tendría lugar un mitin, encabezado por el sanguinario Rolando Masferrer, para aparentar un apoyo popular a la tiranía.
Como contrapartida, integrantes del movimiento clandestino en la ciudad colocaron una carga explosiva cuya detonación sería la señal para que el grupo liderado por Josué País, y otros más, cumplieran con lo pactado.
A pesar de no ocurrir el esperado estallido Josué, junto a sus compañeros de lucha Salvador y Floro, no quedaron de brazos cruzados: subieron a un auto y se fueron a las calles a conquistar a cualquier precio la soñada libertad.
Justo en la intercepción del Paseo Martí y la Calzada de Crombet fueron acorralados por soldados batistianos y baleados sin compasión, segándose así tres valiosas vidas.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.