“Estados Unidos necesita una política de inmigración que combine seguridad en la frontera, justicia y humanidad”, señaló The New York Times.
La imagen es estremecedora: el joven salvadoreño Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, murió ahogado junto con su bebé Angie Valeria, de 23 meses, cuando ambos trataban de cruzar el Río Grande en busca del sueño americano. La mamá de la pequeña, Tania Vanessa Ávalos, de 21, salvó la vida al ser rescatada por otra persona.
La tragedia forma parte de otro drama mucho mayor, que es la situación de los emigrantes que intentan salir de sus naciones para lograr una vida mejor y un futuro más prometedor para su descendencia. En este caso, el sueño se trocó en sufrimiento para la familia.
La foto desató una ola de críticas contra el presidente estadounidense Donald Trump, cuya política de tolerancia cero contra los que intentan arribar a suelo estadounidense, tuvo como consecuencia que casi 3 mil niños fueran separados de sus familias y confinados en centros de detención en la frontera en condiciones inhumanas, hacinados, durmiendo en el piso y sin las menores condiciones de higiene, lo que ha ocasionado enfermedades y la muerte, como ocurrió con tres niños de nacionalidad guatemalteca.
La denuncia de un grupo de abogados que visitó uno de esos centros de detención, ocasionó la renuncia del jefe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza John Sanders, quien en una entrevista con la AP expresó que las muertes recientes de niños migrantes en la frontera lo habían impactado profundamente.
Según The San Diego Union Tribune, en español, con su última amenaza de reunir y deportar a millones de “extranjeros indocumentados”, el presidente Trump dejó pocas dudas de que la retórica racista sobre la inmigración será una parte central de su candidatura a la reelección.
Ello contrasta con un sondeo de Gallup citado por la misma publicación, que en enero pasado arrojó que más de seis de cada 10 estadounidenses se oponen a deportar a todos los inmigrantes que viven ilegalmente en EE. UU.
El pasado mes de mayo Trump desde su cuenta personal de la red social Twitter, anunció que Mark Morgan se desempeñará como el nuevo director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, y afirmó que “Mark es un verdadero creyente y patriota estadounidense. Hará un gran trabajo”. Las agencias aportan el dato de que Morgan ha respaldado públicamente el propósito del actual jefe de la Casa Blanca para construir un muro en la frontera sur y su decisión de declarar una emergencia nacional en esa área limítrofe con México.
El rotativo The New York Times publicó en su portada la imagen de Oscar y su bebé ahogados, y la tomó como base de un editorial en el que señaló: “Estados Unidos necesita una política de inmigración que combine seguridad en la frontera, justicia y humanidad”, y agregó, “Nadie con conciencia puede mirar la foto de un solicitante de asilo y su niña de 23 meses muertos en la orilla del Río Grande, y aceptar el statu quo”.
Al parecer esa imagen no hace mella en la política antiinmigrante de Donald Trump.