Varias interrogantes abruman al boxeo amateur en la actualidad. Entre tanta tormenta resaltan dos que se anuncian como negros nubarrones ¿Se mantendrá en el calendario olímpico después de Tokio 2020? ¿Volverá a recuperar el prestigio que tuvo en el pasado, antes de que una pandilla de inescrupulosos lucrara con su transparencia?
Luego de varios años de continuas quejas sobre irregularidades en sus torneos, el Comité Olímpico Internacional (COI), decidió recientemente apretar las clavijas de ese deporte, exigiendo limpieza a su Federación y acogiendo bajo sus alas la realización de la lid olímpica.
Con su sabia decisión se hizo justicia al buen quehacer de un grupo de naciones que históricamente, además de no comulgar con ciertos dictámenes del mandamás de turno, prestigian el pugilismo.
En ese grupo se encuentra Cuba, que deberá apoyar con su sabiduría y casta a quienes justamente asuman las riendas de una modalidad que nos impulsa considerablemente en las citas multideportivas regionales, panamericanas y olímpicas.
La pasada semana el COI informó que el rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 lo marcarán cuatro eliminatorias continentales y una mundial. De ellas emanarán el mayor número de cupos (186 en total).
Los torneos regionales que otorgarán pasaportes se efectuarán de enero a abril en África (clasificarán 22 hombres-11 mujeres), América (33-16), Asia-Oceanía (41-22) y Europa (50-27). En mayo se celebrará la pugna planetaria, la cual tributará cerca de 35 boletos masculinos y 21 entre las chicas. El país sede tendrá reservado un número de plazas.
Las máximas autoridades olímpicas aseguraron que en la capital nipona los caballeros combatirán en ocho divisiones (52, 57, 63, 69, 75, 81, 91, +91 kilos), dos menos que en Río de Janeiro 2016. Las mujeres lo harán en cinco (51, 57, 60, 69, 75 kilos).
Estas disposiciones, que persiguen mayor igualdad e indudablemente nos perjudican, deben ser prudentemente estudiadas por las autoridades competentes en casa ya que la intención es que en el 2024 ambos sexos peleen en el mismo número de divisiones. De ahí la necesidad de implicar de una vez y por todas a las damas.
Tiene el boxeo la difícil encomienda de recuperar el brillo y la credibilidad que tuvo hace algunos años. El camino se iniciará en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y continuará durante el Campeonato Mundial de Rusia. En ambos Cuba tiene la misión no solo de ratificar su clase, sino tambien de corroborar que en esta modalidad siempre han existido competidores limpios y honestos.