Tras varios años sin realización, y alentado como necesario ejercicio de unidad luego del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), fue desarrollado en Guantánamo el Encuentro Provincial de Aficionados al Arte, convocatoria que contó con participantes de los diez municipios de ese territorio oriental, representados en las categorías de música, danza, teatro, artes visuales y literatura.
Durante dos días de intercambios, presentaciones y aprendizajes, el evento consolidó sus bases de confraternidad entre los trabajadores de los sindicatos de salud, azucarero, cultura, educación, administración pública y agropecuarios —mayoritarios esta ocasión— en tanto promovió el talento que crece al interior de los colectivos laborales, instituciones y organismos.
Novedad, creatividad y aprovechamiento de los recursos técnicos, fueron algunos de los requisitos esgrimidos por el jurado para las premiaciones en las categorías de artes plásticas, donde sobresalieron coloridos óleos campestres y confecciones artesanales de yagua y madera.
Asimismo, la décima, poesía y el cuento mostraron el uso acertado del lenguaje, la coherencia y exaltación de elementos culturales identitarios en la modalidad de literatura, cuyo jurado —especialistas de casas de cultura— emitió un dictamen de reconocimiento especial a cada una de las obras y exhortó al entrenamiento de sus autores en talleres literarios para profesionales.
El teatro, la música y la danza estuvieron entre las manifestaciones de mayor concurrencia, aseguradas también con marcados niveles de originalidad y proyección escénica. En la primera, figuraron los grupos Critacón, de Caimanera, y Desacople, del municipio Manuel Tames; mientras, la música premió a Son del Caribe; y la danza, a Estampa Campesina, del sindicato de la Educación, la Ciencia y el Deporte.
A la luz de su primera vez en mucho tiempo (más de cinco años), los festivales de trabajadores aficionados al arte mucho han de corregir y apuntalar, no obstante, la primera entrega en Guantánamo demostró con éxito su pertinencia.
Dos que ganaron uno
Los jóvenes Santiago Gámez Hechavarría, profesor de Matemáticas, y Adiuska Revé Ramírez, instructora de arte, son pareja en vida y afición. Sorprendieron por el estreno de un tema musical dedicado particularmente al evento, de título “Trabajando Duro”.
Para ellos, este festival estrechó los lazos entre los aficionados y facilitó el intercambio, con raíces culturales de varios lugares del territorio, lo cual es un punto importante para su crecimiento artístico.
La cultura defiende un valor
Ricardo López Castellanos, periodista de la emisora La Voz del Toa en Baracoa, obtuvo el premio en Literatura con el cuento que narra el conflicto de un campesino.
En su opinión, el evento celebró la hermandad entre los participantes, más allá de premios y reconocimientos: “Aquí lo que vale es que todos sintamos que hacemos algo por la cultura de país. Esto es importante porque sabemos que la CTC está haciendo mucho por rescatar la vida de los sindicatos, su espiritualidad.
“A través de la cultura podemos lograr que —en medio de los conflictos de la vida diaria o dentro de los colectivos laborales— se motive muchísimo más… La cultura defiende un valor, lo que somos y en lo que creemos, por qué los somos: esa es una manera también de construir un país mejor y defender a Cuba”, precisó.
Y el sindicato de energía y minas que tantos trabajadores tienen donde se quedó esta ves . No tienen representantes o es que no hicieron trabajo en la base. Revisar este aspecto porque tambien es importante darle este espacio a los obreros.