Los miembros de tres sindicatos de la gigantesca mina de cobre de Chuquicamata, en el norte de Chile, decidieron este domingo continuar al menos por una semana más la huelga iniciada diez días atrás.
De acuerdo con reportes de diversos medios de prensa, los tres mil 200 mineros mantendrán la paralización de labores al no llegar a acuerdos con la Corporación del Cobre (Codelco), la empresa estatal propietaria de Chuquicamata, considerada la mina a cielo abierto más grande del planeta.
Según la administración, su última propuesta, presentada el viernes y rechazada por la mayoría de los trabajadores en asambleas, incluía mayores incentivos monetarios y mejoras en el plan de jubilaciones de los mineros, como una indemnización especial y más beneficios de salud al dejar la empresa.
Sin embargo, más que beneficios salariales, los mineros insisten en que sus demandas van hacia mejoras en las condiciones de trabajo y salud, y han criticado que la empresa quiere lanzar sobre los hombros de los trabajadores sus errores de cálculo en los proyectos que se han llevado a cabo en los últimos años en la entidad.
Recientemente, la minera concluyó una costosísima inversión para continuar los trabajos en la mina en condiciones subterráneas, lo que prolongaría la vida útil del enclave por varias decenas de años más.
Datos oficiales consignan que Codelco aporta el 9 % de la oferta mundial de cobre, con una producción anual de alrededor de un millón 200 mil toneladas del mineral. Dentro de ello, Chuquicamata extrae la cuarta parte, de ahí la importancia de esta huelga, por las repercusiones que puede tener para la economía del país sudamericano.
En declaraciones a la prensa, el dirigente sindical Héctor Milla criticó a la empresa minera y afirmó: “Sabemos lo que queremos y ya basta de tanto atropello, tanto abuso”.
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