Manuel Marrero Cruz, titular del Ministerio de Turismo, manifestó la confianza en los dirigentes sindicales del país para movilizar a los afiliados en el objetivo común de mitigar los efectos de la Ley Helms- Burton y de las recientes medidas aprobadas por el Gobierno de los Estados Unidos, orquestadas con el fin de afectar los progresos de la industria de ocio antillana.
En la reunión con los representantes provinciales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Hotelería y el Turismo (SNTHT), el Ministro detalló complejidades afrontadas por el estratégico sector. “Es el momento de hacer cosas diferentes, de cambiar la mentalidad de quienes administran las instalaciones”, reflexionó.
Ante la disminución de los turistas se impone idear nuevas ofertas, incrementar la venta de opcionales, mirar hacia el mercado interno, conquistarlo con precios y subir el monto de los ingresos por turista. “Estas y otras iniciativas ayudarán a preservar el empleo tanto en colectivos estatales como no estatales”, expresó Víctor Lemagne Sánchez, secretario general del SNTHT. “La batalla del sindicato es evitar interruptos”, sentenció.
Los participantes en la cita se refirieron a la urgencia de cuidar los índices de consumo, de ahorrar para ser eficientes, sin que ello implique afectar la calidad. Sin embargo, no pocas intervenciones aludieron a que en la buena atención a los trabajadores radica el mejor incentivo para elevar la productividad.
Al cierre de mayo, 2 millones 285 mil 990 viajeros foráneos habían visitado el país, un 5,8 % de crecimiento comparado con igual etapa precedente, ritmo que auguraba alcanzar en estos 12 meses la meta de los 5 millones 100 mil vacacionistas foráneos, pretensión ahora dependiente del efecto que pudiera tener el recrudecimiento del bloqueo estadounidense.