Como parte del programa de celebraciones por el Bicentenario de la ciudad de Cienfuegos, la Sala Ateneo del Teatro Tomás Terry, de la bien llamada ciudad Perla del Sur, acogió una muestra de pinturas titulada Tráfago de junio, del reconocido creador de las artes visuales Jesús Lara Sotelo, a quien, además, se homenajeó con el concierto Salmo de llovizna, compuesto —para diferentes formatos musicales— por la prestigiosa guitarrista Ariadna Cuéllar.
Las obras sinfónicas ejecutadas por la joven artista y otras agrupaciones y solistas invitados están recreadas en la extensa producción pictórica y literaria de Lara, y forman parte de un compendio de temas compuestos mediante Un ejercicio de creación, que comenzó desde el año 2011 y que en el año 2014 tuvo una primera muestra al público en Cienfuegos, repitiéndose a finales de ese año.
“Varios referentes dieron paso a tales sonoridades, como el díptico Archipiélago psíquico (2008), presentado en la exposición Make Bacon (2010), una pieza abstracta, poligonal, muy en sintonía con las esculturas que el artista realizaba en una primera etapa de su obra como escultor (2003-2008), período en el cual recurrió a la poca ductilidad de los materiales —como el hierro, la rugosidad de sus superficies y las posibilidades expresivas de su interacción con la madera en técnicas de collage—. Los libros Alicia y las odas prusianas (Editorial Cuba en el Ballet, 2011) y Domos Magicvs (Editorial Extramuros, 2013) fueron igualmente motivo de inspiración”, expresa la crítico y especialista Elisa Álvarez Delgado.
Durante el espectáculo, asimismo, se interpretó una obra de la compositora Ained Marín, para coro femenino, con texto de uno de los poemas del libro Domos Magicus, titulado Este vano trigal, y se hizo una versión para coro mixto escrita por el compositor Joel Ferrer, de la obra Salmo de Llovizna, originalmente compuesta para guitarra y mezzosoprano por Ariadna Cuéllar.
Entre las obras ovacionadas en la acogedora Sala Ateneo se encuentran, además, Archipiélago psíquico I y II, dúo de guitarras y violín de alumnos de la escuela de arte Benny Moré y Dúo Concuerda, invitada la violinista Mónica González, autora: Ariadna Cuéllar, quien se inspiró en el díptico del mismo nombre; así como Verso Celeste (poema inédito), por la Orquesta de Cámara Concierto Sur y mezzosoprano Ained Marín, también de la autoría de la Cuéllar.
La Orquesta de Cámara Concierto Sur y la mezzosoprano Ained Marín llevaron a escena el poema del libro ¿Quién eres tú God de Magod?, Lapso enervado, musicalizado por Cuéllar, de quien también es la obra Vals de Alba, interpretada por el Dúo Concuerda. Este vano trigal (poema del libro Domos Magicus, musicalizado por Ained Marín) fue asumido por las voces femeninas del coro Canticus Novus.
El programa igualmente estuvo conformado por los temas compuestos por la Cuéllar: Vals Jesús y Geraldine, asumido por Isnel Alejandro, guitarrista solista alumno de la escuela de Arte Benny Moré, dedicado a Jesús Lara; Concupiscencias, por la Orquesta de guitarras juvenil de la escuela de arte Benny Moré, invitada soprano Mariné; con poemas del libro ¿Quién eres tú God de Magod?; además de Trovador, a cargo del Dúo Concuerda, con el percusionista invitado Yordanky Sánchez; y Homo Faber, dedicado a Lara por la Orquesta de Guitarras Ensemble.
“Acaso, porque la música emana de la poesía y traduce sus expresiones metafóricas, las transforma, las evoca en sonidos, mientras se superponen estructuras que terminan por dibujar un complejo artístico intelectualmente homogéneo”, apuntó Elisa, también especialista en la obra de Lara.
Momentos antes del concierto, totalmente realizado con músicos cienfuegueros, quedó inaugurada la exposición Tráfago de junio, de Lara Sotelo, quien este año celebra sus primeras tres décadas de vida artística.
“Entre esta exposición y Espacio vital (Teatro Nacional de Cuba, 2019) —apuntó Álvarez Delgado— dedicada a los 60 años de vida artística del reconocido pianista Frank Fernández, se traza un puente de enlace, sobre todo, un conjunto de lenguajes diversos y sabores heterogéneos que tienen como fuente la misma actitud pluridisciplinaria. Tráfago de junio cierra esta trilogía donde las artes parecen cruzar un umbral y se sonorizan, para fundirse en los estados del mundo, y al mismo tiempo, establecer una constitución interna en sus estructuras sígnicas de manifestación.
“Así —agregó— la obra musical evoca las imágenes visuales/literarias y estas se vinculan a determinadas propuestas sonoras, lo que indica que, ciertamente, la transvisualidad seguirá reinando las notas básicas de cualquier manifestación artística que tenga lugar en las imaginario de Sotelo”, añadió.
Seguidamente se presentó la antología poética titulada La vaguedad y otros problemas (Editorial Letras cubanas, 2019).
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